El vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo ayer que Brasil está “bajo escrutinio y presión” mundial porque su crisis política coincide con la organización de los Juegos Olímpicos, y confió en que el país latinoamericano superará esos desafíos. “No puede negarse que este es un momento difícil para Brasil y los funcionarios gubernamentales que intentan liderar ese país”, afirmó Earnest en su conferencia de prensa diaria. “Estados Unidos estará allí para ayudar a nuestro amigo a responder a los retos que pueda tener”, agregó el portavoz. Consultado por el proceso de impeachment contra la presidenta Dilma Rousseff, Earnest reiteró la posición expresada por la Casa Blanca en varias ocasiones. “Tenemos confianza en la durabilidad de las instituciones democráticas de Brasil para superar esta agitación política”, manifestó. “Brasil tiene un sistema de leyes, una democracia madura y un sistema establecido para lidiar con crisis como la que ahora afecta a Rousseff y deben seguirse las reglas que guían esa democracia”, puntualizó Earnest. En cuanto al gran número de casos de zika en Brasil y la cercanía de los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, el funcionario norteamericano recordó que Estados Unidos ha ofrecido asistencia a las autoridades brasileñas a medida que intentan contener esa amenaza y asegurar el bienestar de los atletas de todo el mundo que asistirán al evento deportivo. “Apoyaremos cualquier esfuerzo en ese sentido”, sostuvo Earnest, que dijo no saber todavía si el presidente Barack Obama viajará a Brasil para la presentación de la cita olímpica.