Michel Temer estuvo preparando su discurso para tomar el mando del país por 180 días, y lo estructuró en dos temas principales: las medidas económicas y la política social. A pesar de que forma parte del gobierno de Rousseff, se espera que el político transmita la idea de que asumirá una máquina pública con dificultades financieras, y que su gestión buscará sanear las cuentas. En cuanto al segundo punto, de acuerdo a los medios locales, Temer se comprometerá a mantener las conquistas de la administración del Partido de los Trabajadores (PT), como Bolsa Familia y Mi Casa, Mi Vida. También hará un llamado a la unidad nacional y el apoyo de la sociedad brasileña. Con Temer, Brasil virará hacia la aplicación de políticas de derecha, con una agenda internacional alineada con la de Europa y Estados Unidos. “Habrá una búsqueda de retorno a los mercados tradicionales como EE.UU. y la Unión Europea, con acuerdos para recuperar la confianza de los mercados”, anticipó una fuente del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) al que pertenece el hasta ahora vicepresidente.