EL MUNDO › CRONICA DE LA SECUENCIA QUE LLEVO A LA MACABRA FILMACION DIVULGADA AYER
Ultimos días de un desaparecido en Irak
Por Justin Huggler*
Desde Bagdad
Fue una muerte más allá de las peores pesadillas de la mayoría de la gente. El joven civil norteamericano que vino a Irak porque una de sus metas era ayudar a los países subdesarrollados fue obligado a recitar los nombres de sus padres a la cámara en una horrenda despedida final. Entonces, con la cámara en marcha, los verdugos –hombres con máscaras negras– lo arrojaron al piso. Un largo cuchillo descendió. Su último grito se apagó mientras el filo del cuchillo le cortaba la garganta. Y los hombres sostuvieron la cabeza degollada frente a las cámaras.
Los últimos momentos de Nick Berg fueron exhibidos en un video divulgado ayer en un sitio islámico militante de Internet, horas después de que su cuerpo fuera hallado en un tramo de una autopista de Bagdad. No fue el único en morir de esa manera. Muchos soldados rusos encontraron la misma forma de muerte en Chechenia. El periodista Daniel Pearl fue muerto de la misma manera, incluyendo el mensaje de despedida grabado aludiendo a sus padres. Pero el horrendo video de ayer tuvo su mensaje particular. Los hombres que mataron a Berg dijeron que los hacían en venganza por el maltrato de prisioneros iraquíes por soldados norteamericanos en la prisión de Abu Ghraib. Y así, en revancha por las fotos digitales de los norteamericanos torturando y humillando a iraquíes, hicieron su propio film, imagen cruel tras imagen cruel.
Berg era una víctima improbable para esta muerte terrible. A diferencia de muchos de los contratistas trabajando en proyectos de reconstrucción en Irak, este hombre de 26 años, de Westchester, Pennsylvania, hablaba de su trabajo en términos idealistas. Cuando desapareció, su madre Suzanne dijo: “Tenía la idea de que podía ayudar a reconstruir la infraestructura”. Quería ayudar a los países subdesarrollados.
Pero Berg era un hombre práctico: se ganaba la vida trepándose a las terrazas para arreglar las antenas y chequear el cableado. Tenía su propia compañía, Prome- theus Methods Tower Service Inc. De modo que llevó sus capacidades a Irak, buscando trabajo en la reconstrucción. No era un irresponsable, parece. Se mantenía en contacto con sus padres, mandándoles varios e-mails o llamándolos por teléfono varias veces por día para decirles que estaba bien. Poco antes de desaparecer en abril, les dijo a sus padres que estaba volviendo a casa, pero quería encontrar una vía de salir de Irak que no fuera Bagdad, porque pensaba que era demasiado peligrosa.
Berg no tuvo suerte en Irak, aún antes de que los que lo mataron posaran sus manos en él. Desapareció no una sino dos veces. Llegó a Irak por primera vez en diciembre de 2003. El 1º de febrero de este año volvió a casa de vacaciones, pero regresó a Irak el 14 de marzo. Entonces fue cuando las cosas empezaron a irle mal. Sus padres dejaron de tener noticias de él súbitamente el 24 de marzo. El había dicho que estaba llegando a casa el 30 de marzo, pero no estaba en el vuelo. Esa vez, los norteamericanos lo encontraron. Había sido arrestado en un puesto de control en Mosul. Fue liberado el 6 de abril, después de que sus padres interpusieran un recurso legal en su favor. Les dijo que no había sido maltratado, pero que en un momento había sido mantenido en una habitación llena de iraquíes, algunos de los cuales empezaron a gritarle insultos. Después lo mudaron a una celda para él solo. No es claro si este primer, extraño episodio tuvo algo que ver con su siguiente desaparición. Ciertamente, es bizarro que la policía iraquí arrestara a un norteamericano y lo mantuviera detenido durante varios días. Si sospechaban que andaba en algo malo hubiera sido más probable que lo entregaran directamente a las fuerzas estadounidenses. Es posible que en la prisión haya conocido a alguien que luego adquiriera un interés más siniestro en él.
Después de ser liberado, Berg dijo a sus padres que estaba regresando a casa. El Departamento de Estado norteamericano ofreció conseguirle un pasaje en un vuelo charter desde Bagdad, pero Berg dijo a su padre Michael que dudaba poder hacerlo. La razón no es clara: hay muchísimos vuelos de ese tipo. Tal vez tenía miedo de que atacaran el avión con un misil. La última vez que habló con sus padres, el 9 de abril, les dijo que planeaba encontrar una ruta de salida por tierra, vía Kuwait, Turquía o Jordania. Pero esta vez la ruta terrestre estaba por volverse seriamente peligrosa.
Exactamente cómo Berg fue tomado de rehén no es claro. Después del 9 de abril se le pierde el rastro. Cuando los investigadores estadounidenses preguntaron por él en el hotel en que sus padres creían que estaba parando, el Hotel Nanar, la gerencia del hotel dijo que nunca había parado ahí. Sin embargo, los investigadores también hablaron con otros huéspedes estadounidenses que confirmaron que habían conocido a Berg en el hotel. La próxima vez que alguien oyó de él fue cuando su cuerpo desfigurado apareció en el tramo superior de una autopista en Bagdad ayer. A las pocas horas, el video que parecía mostrar sus últimos minutos con vida apareció en un sito de web islámico.
El video está lleno de alusiones. Berg está usando un mameluco naranja, semejante al que usan los prisioneros en Guantánamo. Aunque Berg es el primer rehén decapitado en Irak, videos de decapitaciones semejantes de soldados rusos por los chechenos han estado en venta en las tiendas de Bagdad durante meses. Pero ayer parece que hubo un video real de la decapitación de un estadounidense en Irak.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.