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El encuentro fue breve. Lo demoró el anuncio de la nueva empresa de energía estatal. Así, la reunión del bloque de diputados del PJ –prevista para las 19– empezó tan tarde que los legisladores prefirieron debatir los temas internos saboreando mollejas y un buen vacío en el asado que organizó José María Díaz Bancalari en la sede del partido. De todas formas, y más allá de las diferencias, lo único concreto que surgió del fugaz encuentro es que los legisladores votarán las leyes del Ejecutivo, por ejemplo el envío de tropas a Haití, o también el previsto para la sesión de esta tarde donde pretenden darle media sanción al proyecto que habilita a los municipios a cobrar impuesto al tendido aéreo de las empresas de telecomunicaciones.
Una hora esperaron los legisladores oficialistas al presidente del bloque que estaba participando del acto que encabezó Néstor Kirchner en el Salón Blanco y donde anunció el plan energético y la creación de la Empresa Estatal de Energía Sociedad Anónima (Enarsa).
Cuando por fin Díaz Bancalari llegó, los diputados estaban más interesados en cumplir con el horario del asado que al cierre de esta edición estaba comenzando. Así, dejaron para ese momento la charla sobre temas más espinosos. Entre chorizos y costillas los legisladores se ocuparán de las diferencias internas que existen fruto del cortocircuito que existe entre el Presidente con Eduardo Duhalde y los gobernadores José Manuel de la Sota (Córdoba) y Jorge Obeid (Santa Fe).
La comiloma se estaba realizando en la sede partidaria del justicialismo, Matheu al 100, y tiene como objetivo limar las asperezas entre los sectores internos del bloque. Bancalari vivió en carne propia las diferencias que mantiene Kirchner con su aliado Duhalde durante el viaje por los Estados Unidos. El bonaerense no sólo se comprometió en esa oportunidad en terciar entre Kirchner y Duhalde sino que además en bajar los decibeles en el bloque. Es por ello que el asado es considerado como el primer paso en este plan.
Más allá de las quejas que Bancalari pueda llegar a escuchar, el duhaldista comenzó la cena con una sonrisa. La corta reunión de bloque sirvió como para conseguir que más allá de las diferencias que existen, los legisladores se comprometieron a votar las leyes que remitirá el Ejecutivo. Por caso está el tema del envío de tropas a Haití. Si bien el proyecto todavía no ingresó a la Cámara baja, los legisladores ya anticiparon que apoyarán la iniciativa de forma “unánime”.
Por lo pronto, para hoy los diputados se comprometieron a sesionar y darle media sanción al proyecto que les permite a los municipios cobrar impuestos a la utilización del espacio aéreo, suelo y subsuelo por parte de las empresas telefónicas y las de televisión por cable. El proyecto, cuya autoría pertenece a Díaz Bancalari e Irma Foresi, no estipula el monto de las tasas, sino que permite que se establezca tras una modificación. El proyecto no es nuevo. En el 2001 fue sancionado, pero fue vetado por el gobierno de Fernando de la Rúa. Bancalari considera que con el nuevo Ejecutivo se podrá eliminar la exención de gravámenes que existe hasta el momento y que, según reza en los fundamentos del proyecto, “es inconstitucional e irrelevante”.