EL MUNDO
Motines y violaciones
El estadio Superdome de Nueva Orleans es peor que una cárcel para las 20 mil personas evacuadas que todavía tienen que vivir en él. “Hubo gente violada aquí. Gente asesinada. Tuvimos motines”, afirmó un veterano de la policía de Nueva Orleans, que consideró imposible establecer el orden sobre “la gente encerrada como prisioneros. No se puede permanecer ahí dentro tanto tiempo sin enloquecer”, advirtió. Los refugiados chapotean en el agua que entró por los agujeros que el huracán produjo en la cúpula, respirando la pestilencia que llega de los baños colapsados. “El olor llega hasta la garganta. La gente debe hacer sus necesidades en cualquier parte”, dijo la enfermera Loraine Banks. Para Baron Duncan, lo más feo es la noche, en la oscuridad total. “Fuimos tratados como animales. Hubo disparos, estuvimos en peligro. Una niña de siete años y un varón de ocho fueron violados”, afirmó. Audrey Jordan, por su parte, se quejó de que “querían gastar millones de dólares para reconstruir un estadio, pero no fueron capaces de reforzar los diques”. Una mujer, bebé en brazos, evaluó que “no es manera de tratar a humanos. Perdí todo y me encuentro en el infierno”. La evacuación del Superdome comenzó el miércoles, pero las autoridades no están en condiciones de evaluar el tiempo que llevará vaciarlo.