EL MUNDO
Claves
- En un discurso de comienzos de año, el presidente George W. Bush identificó a Irak –junto a Irán y Corea del Norte– como parte de un “Eje del Mal” internacional.
- En los meses que siguieron, se multiplicaron los trascendidos de planes norteamericanos de ataque contra Irak, y la administración Bush hizo claro que deseaba un “cambio de régimen” en Bagdad, con el derrocamiento de Saddam Hussein.
- Pero la administración Bush está muy dividida sobre el tema –entre el Departamento de Estado y el Pentágono– y la oposición iraquí en el exilio no parece constituir una alternativa de recambio creíble.