EL MUNDO › OPINA JOSE VICENTE RANGEL
Un aval a la mano dura
Por P.L.
¿A qué juegan las FARC?, es la pregunta que quedó en el aire tras lo ocurrido en la posesión del nuevo presidente. Los analistas citados por los canales de televisión para comentar el que se esperaba fuera el tema del día –la reforma política– cambiaron a la carrera el libreto y hablaron de terrorismo. “Se están dando argumentos a la política de mano dura”, coincidieron. “Es un desafío a la política de seguridad y paz del nuevo gobierno. Va orientado a decir: la guerra continúa y los efectos los va a sentir ahora la ciudad”, dijo a este diario el analista de seguridad Alfredo Rangel. Para Rangel, los hechos del miércoles llevan un mensaje implícito de rechazo de las condiciones para reanudar una negociación. “Antes de dos años no existe la posibilidad de un nuevo proceso”, asegura. Y ve en los ataques argumentos adicionales, “por si faltaran”, para la mano dura cuyo eje es el fortalecimiento de la fuerza pública y recuperar el monopolio de las armas. El nuevo gobierno tiene el visto bueno de Estados Unidos para utilizar la ayuda militar del Plan Colombia, destinada inicialmente a combatir el narcotráfico, para atacar la insurgencia.