Chávez reflexionó sobre su “Socialismo del Siglo XXI”. El presidente de Venezuela hizo un análisis de los resultados del referendo del pasado 2 de diciembre, que rechazó la reforma constitucional, y dijo estar “obligado a bajar la velocidad”. Además señaló que se concentrará en los comicios regionales del próximo octubre.

En su programa dominical Aló presidente, Chávez enumeró los “cinco motores” que planteó hace un año para consolidar la revolución bolivariana, y dijo que el primero de ellos, la reforma constitucional, “se fundió”. “El segundo, la ley habilitante (poderes especiales para legislar) se puso en mínimo; el tercero (la educación) hay que repotenciarlo; el cuarto (una nueva división político-territorial) no pudo arrancar porque dependía de la reforma, ese motor está parado; y el quinto (Poder Popular) ha venido funcionando, pero hay que revisarlo”.

Chávez pidió a su gabinete ministerial, recién remozado, “tomar nota de estas cosas”, y anunció que habrá una “reestructuración de la dinámica del gobierno” para que sea eficiente. Llamó a combatir la corrupción y la inseguridad, y admitió que la inflación “es uno de los retos”, durante un extenso discurso que significó un virtual relanzamiento de su gobierno.

“Este será el año de las tres R: revisión, rectificación y reimpulso”, afirmó el mandatario.

Chávez saludó a los funcionarios entrantes, salientes y ratificados –el jueves pasado dispuso el relevo del vicepresidente, que en Venezuela es un cargo ejecutivo, y de 12 de los 27 ministros–, y advirtió que la inflación “es uno de los retos del nuevo gabinete”. En 2007, la tasa de inflación fue de 22,5 por ciento contra una meta oficial de 12 por ciento, lo que explica la salida del gobierno de los ministros de Finanzas, Rodrigo Cabezas; y de Planificación, Jorge Giordani, cuando la mayoría de los ministros relevados pasaron a ocupar otros cargos.

De cara a las elecciones de gobernadores y alcaldes, previstas para octubre, el mandatario pidió reactivar una alianza de partidos y movimientos sociales que permitan al oficialismo retener e incluso ampliar sus espacios de poder. De las 22 gobernaciones de Venezuela, actualmente sólo dos, Zulia y Nueva Esparta, están en manos de opositores. Además, otras dos, las de Sucre y Aragua, son gobernadas por disidentes del chavismo.

El mandatario venezolano descartó que por ahora pretenda plantear nuevamente algunos de los contenidos de la reforma constitucional, y dijo que cuando su revolución esté fortalecida habrá de todos modos que “evaluar muy bien” el momento de relanzarla. Descartó en concreto la idea de que la misma reforma sea presentada al Parlamento por iniciativa popular. “No. Hemos perdido. Vamos primero a ver qué pasó. ¿Cómo vamos a ir a un ataque inmediato sin evaluar nada? Hay que evaluar para luego lanzar una estrategia con un nuevo objetivo, si no el mismo”, dijo.

La reforma constitucional, que proponía la reelección presidencial continua, introducía diversas definiciones de propiedad, entre ellas la social, y planteaba una nueva división político-territorial: fue rechazada por 50,7 por ciento de los votos. Esta fue la primera derrota electoral de Chávez desde que fue electo presidente por primera vez en diciembre de 1998.