Para algunos fue una minicorrida. Para otros fue casi una corrida. Y para los más temerarios el comienzo de una gran fuga de capitales y la pérdida de miles de millones de dólares de las reservas. Pero, ayer, no hubo ninguno de esos síntomas que intranquilizaron el viernes a los corredores y entusiasmaron a más de un consultor de la city especializado en pronósticos cambiarios equivocados. En concreto, la semana arrancó tranquila en la city. La fuerte presencia del Banco Central en el mercado de divisas tras el recambio de ministro de Economía funcionó como una clara señal contra la especulación y los diversos rumores que circularon las últimas semanas. Así, el dólar cedió un centavo y terminó a 3,21 para la venta. La Bolsa subió 0,4 por ciento, con las empresas petroleras y algunos bancos a la cabeza. Los principales bonos de deuda comenzaron a recuperarse tras las fuertes caídas que sufrieron las últimas semanas. Mientras tanto, en los principales mercados del mundo esperan ansiosos para ver si la Reserva Federal vuelve a recortar la tasa de interés en la reunión de mañana.

“El viernes quedó demostrado que el Central tiene poder y lo usa cuando hace falta. Tan efectiva fue la intervención que el lunes casi no apareció en el mercado cambiario y los operadores estuvieron más cautos”, comentaron desde la entidad monetaria que conduce Martín Redrado. La intervención del Central fue marginal y las reservas terminaron sin cambios: 50.187 millones de dólares. El viernes había requerido una fuerte participación para mantener el tipo de cambio: según varios operadores, vendió más de 300 millones de dólares, mientras que desde el BC afirmaron que las ventas netas se ubicaron en 160 millones, con 100 millones en operaciones del día y los restantes 60 en el mercado a futuro. De todas maneras, el efecto persuasivo de la intervención del Central dio sus frutos: los operadores anduvieron con cuidado, se negoció un volumen inferior al de las jornadas anteriores reduciendo la tensión del mercado, permitiendo que caiga un centavo la cotización del dólar.

En el mercado mayorista los operadores afirman encontrarse con una nueva banda entre 3,17 pesos y 3,20, que confían que el Central mantendrá los próximos meses. Gerentes financieros de bancos caracterizaron la jornada como “sorpresivamente tranquila”. El alza de las acciones de las entidades financieras en la Bolsa estuvo vinculada con el comportamiento de los bonos, que forman parte de sus carteras de inversión, que la semana pasada se habían desplomado y que ayer comenzaron a recuperarse: el Discount en pesos subió 2,6 por ciento y el Par 3,4 arriba, mientras que el cupón PIB avanzó 0,7 por ciento.

Hace algunas semanas los financistas especulaban con la posibilidad de una devaluación, o “actualización” del tipo de cambio. Desde la city comentaron a este diario que “el origen de las especulaciones está en la incertidumbre política y el ritmo al que venían perdiendo reservas, entre 100 y 150 millones de dólares diarios. Los operadores comenzaron a preguntarse hasta cuándo iban a dejar que caigan las reservas”. Junto con estos rumores está la posición de algunos sectores industriales que reclaman “un dólar más competitivo, entre 3,60 y 3,70 pesos”. Más allá de esos rumores, ante la consulta de este diario, colaboradores de Redrado descartaron rotundamente la posibilidad de indexar o desdoblar el tipo de cambio. “No existe ningún argumento que demuestre la necesidad de una devaluación, el objetivo del Central es mantenerlo estable y sin variaciones bruscas. Devaluar significa inflación y eso va contra todo lo que estamos haciendo”, afirmaron.