La investigación sobre la importación irregular de autos de lujo con franquicias diplomáticas empezó a recuperar impulso en el fuero Penal Económico. Allí, el juez Jorge Brugo resolvió citar a indagatoria al ex director de Franquicias de la Cancillería Jorge Matas, como sospechoso de contrabando agravado. Es un delito grave por el cual podría terminar en prisión. El funcionario tendrá que presentarse el 14 de mayo. También tiene cita para una semana después ante el juez Norberto Oyarbide, que le imputa asociación ilícita por la misma maniobra.

Matas encabezaba el sector de la Cancillería responsable de otorgar las franquicias diplomáticas que permiten a embajadas y consulados ingresar al país –por un régimen especial propio de su actividad– autos extranjeros libres de impuestos. Estaba en ese puesto hasta que una auditoría interna reveló que esos permisos de importación se habían utilizado ilegalmente y que los autos se nacionalizaron con suma rapidez (violando los plazos legales) para su venta en el mercado interno. Muchos terminaron en manos de ricos y famosos, que también están bajo la lupa.

En un comienzo, a raíz del sumario de Cancillería, Matas fue desplazado del área. Días atrás fue suspendido sin goce de sueldo. Esta medida fue adoptada después de que un empleado de la mesa de entradas, Roberto Zárate Barrios, lo comprometió al prestar declaración indagatoria ante Oyarbide: dijo que uno de los intermediarios en el negocio, Pablo Rodríguez, lo visitaba casi a diario en la Dirección de Franquicias. De hecho, Rodríguez es quien habría conseguido –a través de la embajada rusa– el ingreso del Audi A4 registrado a nombre de la esposa de Matas, María Evangelina Sanguinetti, como denunció la Oficina Anticorrupción (OA).

El origen del escándalo fue un hallazgo del Registro de la Propiedad Automotor, que detectó la circulación de camionetas Hummer, que no están autorizadas en Argentina. El Ministerio de Relaciones Exteriores descubrió después más de noventa superautos importados en circunstancias irregulares. En la lista de vehículos hay coches deportivos como Porsche, Lamborghini –que están prohibidos para los diplomáticos– y otras marcas como Audi y BMW. La cartera de Jorge Taiana hizo la denuncia ante Oyarbide. Con posterioridad, la Aduana se presentó como querellante en un juzgado Penal Económico, ahora a cargo de Brugo, que es subrogante. La Sala A de la Cámara de ese fuero resolvió que, por ahora, las dos causas deben seguir tramitando en paralelo. Esto explica que algunos de los imputados sean citados por dos jueces distintos, aunque por razones similares.

La de Matas es la primera indagatoria que ordena Brugo. El juez cree que lo que hubo fue un presunto contrabando, agravado por estar implicados funcionarios públicos. Pese a que es un delito no excarcelable (prevé de 4 a 12 años de prisión), el magistrado esperaría a interrogarlo y resolver su situación procesal antes de decidir si están dadas las condiciones para dejarlo detenido. Ahora también analiza citar a otra lista de funcionarios, a un grupo de intermediarios y a varios propietarios que habrían adquirido los autos con conocimiento del ardid.

En el juzgado de Oyarbide, Matas está convocado para el 21 de mayo. Será el último de una primera tanda de indagatorias: ya pasaron el empleado Barrios y el gestor Rodríguez, y faltan la secretaria de Matas, María Cristina Santander, su hija Marisol Rodríguez, y el ex titular de Ceremonial de la Cancillería, Marcelo Pujó, quien renunció a mediados de marzo al unísono con el ex vicecanciller Roberto García Moritán. Más adelante, la pesquisa avanzaría sobre 15 embajadores y otros tantos funcionarios de representaciones extranjeras que, se sospecha, pudieron haber tenido alguna vinculación con las operaciones de importación de autos lujosos al cincuenta por ciento de su valor.