En un principio, habían optado por seguir el tono conciliador de Cristina Fernández de Kirchner en Almagro. Así, las más de 40 organizaciones y movimientos sociales kirchneristas reunidos en el viejo hotel Marconi anunciaron por la tarde que no iniciarían medidas que pudieran obstaculizar la vuelta a la mesa de diálogo y convocaron a un cuarto intermedio hasta el sábado: “Les pedimos a los ruralistas que depongan su actitud y encontremos, entre todos, las soluciones pacíficas”, pidió ante las cámaras un cauto Luis D’Elía, de la Federación de Tierra y Vivienda (FTV).

El objetivo evidente era enviar un mensaje amigable de cara a la conferencia que luego darían los dirigentes de las cuatro entidades. Pero la respuesta no fue la esperada y los ánimos se colmaron con velocidad. Fue entonces que los dirigentes sociales, conversaciones telefónicas mediante, adelantaron los tiempos y acordaron un escrache con asamblea para hoy a las 17 en la Sociedad Rural rosarina. Allí, seguramente voten iniciar a partir del lunes un “plan de lucha” que incluirá más de 300 campamentos de difusión en todo el país y, junto con los camioneros de Hugo Moyano, un bloqueo completo a los trece accesos de la ciudad de Rosario desde la 0 hora del 25 de mayo para frustrar el acto que los productores tienen previsto realizar.

A media tarde, D’Elía se había mostrado moderado: “No vamos a ser una piedra en el camino del encuentro que reclama toda la sociedad”, dijo, y llamó a la calma, al convocar a un cuarto intermedio hasta el sábado a las 11, para que con calma una nueva reunión disertara sobre los nuevos escenarios.

Pero el discurso posterior de las cuatro entidades ruralistas cambiaría drásticamente las reglas del juego. “Seguiremos con el plan de lucha”, anunciaron los dirigentes agrarios, desoyendo el mensaje que las organizaciones sociales había pretendido transmitir.

Y entonces, velozmente, la diplomacia se estrelló con la realidad: “La decisión que tomamos es no permitir que el Monumento a la Bandera se llene de gorilas, de una derecha que no entiende nada de Moreno, Dorrego o San Martín. La compañera presidenta les propuso ayer (por el miércoles) un diálogo y ellos ahora quieren imponer medidas contra el pueblo. Es por eso que resolvimos para el 25 un bloqueo completo, nada simbólico, de todos los accesos a la ciudad para que no entre ni salga ningún camión ni ninguna 4x4”, respondió, con la toda la crudeza que no tuvo el discurso inicial, el presidente de la FTV de Santa Fe, Juan Carlos Rodríguez.

Según el dirigente, sobre los pasos a dar en un futuro inmediato hay consenso con el Movimiento Evita, la Corriente Federal Kirchnerista y la Libertador General San Martín. Y, tal como informó Página/12, dado que las conversaciones entre la FTV y Moyano se fueron aceitando con el correr de estos últimos tiempos, Rodríguez advirtió que probablemente los camioneros digan presente en los cortes del 25. Por lo pronto, la consigna del acto de hoy frente a la Sociedad Rural rosarina será “por una patria para todos”.

Otro de los puntos a resolver será cómo llevar adelante el “plan de lucha” que piensan iniciar el lunes próximo. Desde el martes pasado, las opciones que se barajaban son varias: siempre en el marco de la Campaña Nacional de Debate y Participación Popular, discuten si establecer 300 campamentos en todo el país que desde los márgenes de las rutas difundan material sobre las bondades de las retenciones, una movilización al otrora bastión camionero de Ceibas y/o la instalación en La Matanza de varias organizaciones por tiempo indeterminado.

“Lo que nos parece más decadente es lo del compañero, si es que le podemos decir compañero, (Eduardo) Buzzi. El es de acá, de Santa Fe, y yo me acuerdo cuando nos movilizábamos y peleábamos en la década del ’90 para que no le remataran sus tierras y sus vacas. Y ahora está ahí, en contra del pueblo argentino, subiéndose al caballo por izquierda y bajándose por derecha”, fustigó Rodríguez, quien también adelantó que su organización planea diversos escraches para “desenmascar” a políticos y dirigentes de las entidades ruralistas.

Informe: Diego González