El presidente saliente de la AMIA, Luis Grynwald, cuestionó y calificó como “de- safortunadas y discriminatorias” las expresiones de su sucesor, Guillermo Borger, que anunció que su gestión reforzará el perfil de la mutual judía como “representante de los judíos genuinos”. Eso implica, según Borger, que asumirá el jueves, “tener una vida basada en todo lo que dictamina la Torá, nuestro libro sagrado”.

Grynwald se quejó de que “se está hablando de judíos ‘genuinos’, poniendo en duda y no asumiendo que hay otros, entre los que me incluyo, que no somos menos de 200 mil habitantes de esta Capital Federal, que no somos ‘genuinos’ y no tenemos una vida basada en lo que dictamina la Torá”. La AMIA, insistió Grynwald, “es de todos los judíos que han querido integrarla, pero también hemos trabajado en pos de aquellos que no están institucionalizados”.

Borger es el primer ortodoxo que llega a presidir la entidad madre de la comunidad judía en sus 114 años de existencia. Otra de las definiciones que anticipó es que su gestión se caracterizará por “abandonar la exposición política” de la entidad. La estrategia judicial en la causa sobre el atentado a la AMIA, dijo, “la deberá trazar la DAIA”.

“Cada uno lleva su judaísmo a su manera –enfatizó Grynwald– y yo lo llevo con orgullo y a mucha honra, siendo el Estado de Israel el centro de la vida judía en un lazo inquebrantable e indestructible que nos une con nuestra comunidad a través de todos los años.”