L dl pirata cjo

El teniente coronel Emilio Nani es un hombre activo. Su imagen inconfundible por el parche que le cubre un ojo se repitió entre los cacerolazos que el lunes pasado estallaron en distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires. Un disparo durante el operativo de recuperación del regimiento de La Tablada le causó la herida que lo marcaría de por vida. Solidario desde siempre con los reclamos carapintadas –es decir, el no juzgamiento de los responsables del terrorismo de Estado–, Nani aparece, fiel a sus causas, siempre que puede. Devolvió la medalla que le había otorgado el ex presidente Raúl Alfonsín cuando fueron indultados los guerrilleros que comandaron el copamiento de La Tablada. Durante el gobierno de Néstor Kirchner fue arrestado por criticar la política oficial de formación de los oficiales de las Fuerzas Armadas. Es uno de los gestadores del grupete que supo “crear” a Cecilia Pando como mascarón de proa de los reclamos represores. En las últimas semanas, Nani y otros camaradas de similares inquietudes se dieron el gusto de salir a la calle en apoyo a los reclamos “del campo”

Mcri t scucha

En las distintas reparticiones del gobierno porteño empezaron a aparecer buzones de color azul francia, con un talonario al costado y una leyenda: “Tu opinión importa”. Forma parte de las políticas de modernización del Estado de Mauricio Macri. El jefe de Gobierno dictó el decreto 629 en el que dispone que todos los empleados podrán aportarle “sus ideas y sugerencias” a través de buzones y carteleras. Antes de dejar su opinión sobre las reformas que está impulsando el líder de PRO, deberán dejar su nombre, documento, correo electrónico y dependencia. Lástima que no los instaló antes de despedir a 2300 empleados

Sñor d ls camps

Después de que las entidades rurales anunciaran sus “visitas” a los legisladores que no acuerdan con ellos, circularon varios mails mofándose de la iniciativa. En uno de ellos se sostiene que “visitarán fraternal y democráticamente a los diputados”, pero la foto muestra a cuatro de los jinetes oscuros de El señor de los anillos, de J. R. R. Tolkien. “Y las visitas siempre se devuelven”, advertía, bajo la foto de los nazgûl empuñando sus espadas. Además de la comparación con los espectros del Anillo, también circularon mails con un símil más obvio: “Los cuatro jinetes del Apocalipsis”, se titularon algunos. Allí dice, en clave de parodia bíblica: “Oísteis la voz de nuestro profeta Bush desde lo alto de la cumbre de Mar del Plata. Con la apertura del primer sello por el emisario de la CRA, cumplidos los primeros cien días de castigo divino, se leyó: ‘Tendríamos que disolver el Congreso’”

Grras y siluets

Fue en La Plata, el miércoles pasado. Marchaban los manifestantes por la aparición con vida de Jorge Julio López, a 21 meses de su desaparición, cuando se encontraron con las siluetas de su figura todo a lo largo de la Avenida 7. Una en cada árbol, y donde había una parada de colectivos daba la sensación de que López estaba allí, esperando. Un peatón inadvertido del motivo de la marcha preguntó si el de la silueta era Alfredo De Angeli, el líder agrario. La respuesta negativa y la explicación posterior sirvieron como un ejercicio más de memoria. Al rato, una señora quiso saber si era una protesta del campo. Le dijeron que no, y ella se excusó diciendo que se había “confundido por la gorra”, que la figura le había parecido la de un campesino. Es que la imagen más difundida del septuagenario albañil desaparecido es una en la que lleva puesta una gorra con visera

Imgnacón rurl

De todas las cadenas de mensajes, de las diversas versiones delirantes sobre el conflicto rural, hay una que se merece un premio: “El gobierno K estaría planeando un autoatentado”, dice el mail firmado por un supuesto gerente de Granar SA. “Gracias a la gauchada de un buen amigo –sigue–, pudimos saber que (el diputado Carlos) Kunkel luego de consultarlo con la Presidenta aprobó un plan para hacer volar tres torres de transporte de energía eléctrica en el noreste argentino, con la finalidad de dejar pegados a un grupo de ruralistas.” No termina ahí: “Con el caos social que esto produciría, el Gobierno piensa establecer el estado de sitio y sacar a la calle a las Fuerzas Armadas”. El mensaje no dice que ese plan seguro contaría con la colaboración solidaria de Osama Bin Laden