La presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibirá hoy por la tarde a los dirigentes de las cuatro entidades del agro para retomar las negociaciones, interrumpidas mientras estuvieron vigentes el lockout comercial y los cortes de ruta. El objetivo oficial es reiterarles a los ruralistas el interés del Gobierno por avanzar en temas de fondo del sector que puedan materializarse con un punteo de objetivos a mediano y largo plazo a ser incluidos en el postergado Acuerdo del Bicentenario. Desde las entidades informaron a PáginaI12 que no hay grandes expectativas centradas en el encuentro de hoy. “Suponemos que va a ser una reunión protocolar donde nos va a decir que el tema de las retenciones está en manos del Congreso y va a proponer la agenda de aquí en adelante”, destacó una fuente empresaria.

Claro que del encuentro no va a producir definiciones redondas, sino que será la ocasión de volver a enmarcar políticamente la relación del sector con el Gobierno. La Presidenta les planteará que un acuerdo multisectorial para definir objetivos de producción, rentabilidad y pautas salariales e inflacionarias, como los que se propone, no puede dejar afuera a los productores agropecuarios. Y espera en contraparte que lo ruralistas no se aten únicamente al cortoplacismo, como –cree el Gobierno– han hecho hasta ahora. Entre los dirigentes del agro, por su parte, predomina la desconfianza, pero públicamente se encargaron de valor el gesto que supone la convocatoria. Tienen la expectativa de que los cacerolazos del lunes pasado hayan servido para suavizar un poco la posición oficial, aunque hasta el momento el Gobierno no mostró diferencias en su postura, más allá de la flexibilización que significó el envío al Congreso de las retenciones móviles para su ratificación.

Desde la Casa Rosada dicen que con la sorpresiva citación de la Presidenta a los ruralistas –hecha por fax el sábado a la noche, anticipándose al pedido de audiencia que las entidades le iban a hacer hoy– el Gobierno está cumpliendo su palabra. Se refieren a la reiterada frase de la Presidenta y varios ministros: “Cuando levanten el lockout y los cortes de ruta volveremos a dialogar”.

La última reunión oficial se realizó el 22 de mayo en el ministerio de Economía y terminó en un escándalo porque el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, dijo que había sido positiva, mientras al mismo tiempo los ruralistas se atrincheraban en el quinto piso del ministerio y amenazaban con quedarse a dormir si no les daban una respuesta a su pedido de suspender la suba de las retenciones. Ese día no los recibió la presidenta. La última vez que se vieron las caras fue el 25 de abril en la asunción del ministro de Economía Carlos Fernández, mientras que el último encuentro para discutir políticas para el sector data del 11 de abril.

Hoy el tema de las retenciones móviles no va a ser parte de la agenda que plantee la Presidenta, una cuestión que quedó en manos del Congreso. De hecho, por ese y otros temas, representantes de los ruralistas se reunirán también hoy con los diputados que integran las comisiones de Agricultura y Presupuesto.

Como ambas reuniones quedaron casi superpuestas, a la audiencia con la Presidenta irán Eduardo Buzzi, titular de Federación Agraria; Fernando Gioino, Coninagro; Mario Llambías, Confederaciones Rurales, y Hugo Luis Biolcati, vice de Sociedad Rural). El titular de esta última entidad está en Estados Unidos y recién regresará el miércoles. Otros dirigentes y asesores irán a la reunión en el Congreso (ver página 4).

En el Gobierno esperan con cautela el encuentro. “Creemos percibir una actitud distinta en los dirigentes del campo, pero otras veces también creímos eso y algunos de ellos después jugaron mal. Por eso no nos vamos a dejar llevar por la impresión que le causen a la Presidenta en la reunión, sino en lo que declaren después”, sostuvo una fuente del Ejecutivo.

De todos modos, en los últimos días ha habido contactos extraoficiales entre funcionarios y dirigentes agropecuarios para tratar de avanzar en otros temas que forman parte de la agenda agropecuaria y que no tienen que ver con las retenciones, como leche, carne, trigo y economías regionales. Los funcionarios oficiales sienten que encontraron una mayor receptividad a las propuestas, por ahora informales, que les fueron acercando, fue en la Federación Agraria. Aunque pueda parecer paradójico, ya que la FAA y la CRA fueron las dos entidades más intransigentes en los cien días de conflicto, uno de los pocos funcionarios que mantienen esas conversaciones cree que no es tan extraño, si se tiene en cuenta que ideológicamente el Gobierno debería estar más cerca de otorgar mayores beneficios a los pequeños y medianos productores que al resto.