Tras la ruptura del gastronómico Luis Barrionuevo con la CGT, los muchachos de una y otra vereda gremial siguieron cruzándose ayer: mientras los barrionuevistas aseguraron que le pedirán al Gobierno la “urgente reapertura de las paritarias”, los partidarios de Hugo Moyano señalaron que la renuncia de Barrionuevo es solamente “un amague”.

“Dejaron planteado un reclamo de naturaleza política y no reivindicativa”, sostuvo el flamante secretario de Capacitación de la CGT, Juan Carlos Schmitd, sobre la salida del gastronómico, y vaticinó que sus hombres no renunciarán a sus cargos en la CGT. “Trasladaron la interna del PJ al seno del sindicalismo”, sostuvo Schmitd, y advirtió que “Barrionuevo dice que apoya a este gobierno y sin embargo lo que hizo fue utilizar el escenario como un teatro de operaciones mucho más complejo que tiene que ver con las elecciones legislativas del próximo año.”

Barrionuevo había confirmado en declaraciones a distintos medios que está trabajando “para el 2009, como debe ser”, y que el ex presidente Eduardo Duhalde es “su referente político”. Lejos quedaron las épocas en las que se autoproclamó “recontralcahuete de Menem” y también en las que decía militar en el kirchnerismo.

El secretario de Interior de la nueva CGT Azul y Blanca, Carlos Acuña, le respondió a Schmitd: “Nos fuimos de la CGT Azopardo hace dos años. Ya no participamos de esa central, pero realizaremos todos los trámites que correspondan para concretar nuestro reconocimiento”. “Vamos a renunciar”, indicó, antes de lanzar una lluvia de críticas sobre el camionero: “Moyano de dirigente combativo pasó a ser totalmente pasivo. La CGT que encabeza no sólo está vacía de proyectos, sino también de dirigentes. Por algo, hace más de dos años que no se reúne el consejo directivo.”

“CGT hay una sola”, se sumó el titular del gremio de peones rurales, Gerónimo “Momo” Venegas, que aseguró que “el sector de Barrionuevo puede ser una agrupación dentro del movimiento obrero, pero no una CGT, porque tendría que haber ganado la votación en el Congreso”. “Es una lástima que no esté unido todo el movimiento obrero”, agregó.