Después de sus vacaciones en Uspallata, el vicepresidente Julio Cobos volverá hoy a su despacho en el Senado para analizar junto a sus hombres y mujeres de confianza cómo continuar la relación con el kirchnerismo. El funcionario de la Cancillería, Horacio “Pechi” Quiroga, anticipó que Cobos pedirá un encuentro con la Presidenta para hablar del futuro de la Concertación y explicarle personalmente los fundamentos de su voto en contra del proyecto de retenciones móviles. Alentados por la designación de Sergio Massa como jefe de Gabinete, los radicales K aspiran a mejorar la situación y relanzar el espacio. Hasta ahora, desde la Presidencia no trascendió qué actitud van a tomar, pero los pedidos de renuncia a los funcionarios cobistas no auguran una recomposición.

Cobos había decidido recluirse en su casa de Mendoza hasta que pasara el temblor. Su reaparición se produjo el sábado, en su provincia, donde encabezó un encuentro de la Concertación local. La actividad continuará hoy, cuando se reúna con sus hombres más cercanos: intendentes como Mario Meoni, de Junín, Alfredo Cornejo, de Godoy Cruz, y legisladores como Daniel Katz, Laura Montero y Jorge Albarracín. No estarán los gobernadores radicales Gerardo Zamora, de Santiago del Estero, Miguel Sáiz, de Río Negro, y Arturo Colombi, de Corrientes, todos en desacuerdo con la posición tomada por Cobos en el Senado.

El objetivo del cónclave es pensar el delicado futuro de la alianza con el kirchnerismo. Cerca de Cobos aseguran que la idea es hacer un análisis y por ahora no tomar decisiones.

“Le sugerí al ingeniero Cobos que manifieste la necesidad imperiosa que tiene de reunirse con la Presidenta, para que digan si va a funcionar la Concertación o va a gobernar el kirchnerismo”, dijo Quiroga, uno de los hombres más cercanos al vice. Pese a que públicamente los radicales K intentaron restarle dramatismo a la salida de los seis funcionarios cobistas del Ministerio de Planificación, fuentes cercanas a Cobos admiten a PáginaI12 que esa actitud “cayó mal, muy mal”. “No tiene ningún sentido echar a nadie”, sostienen.

Algunos, en tono más conciliador, prefieren responsabilizar por esa decisión sólo al ministro Julio De Vido. “Si las renuncias ayudan a fortalecer el proyecto, bienvenido sea –dicen–, pero no fue una decisión de gobierno, si no, algún atrevido también le hubiera pedido la renuncia a Cobos.”

Para los radicales K, “el que no cumplió con la Concertación fue el gobierno de Cristina”. Lo cierto es que la votación en el Senado profundizó la mala relación que venían arrastrando desde la victoria en las elecciones nacionales. Ahora, luego de la derrota parlamentaria, los cobistas sostienen que no tienen intención de abandonar el Gobierno. “Están haciendo un dirigente opositor de alguien que no lo es”, advierten.

La luz al final del túnel –piensan– está en el despacho de Massa, un peronista que supo tener buenas relaciones con Cobos cuando aquél encabezaba la Anses y el radical gobernaba Mendoza. Otro referente del espacio que tiene buen vínculo con el jefe de Gabinete es Meoni, con quien compartió su tiempo como diputado provincial. Fuentes cercanas al vicepresidente aseguran que en las próximas horas comenzarán los contactos.