Miércoles, 3 de septiembre de 2008 | Hoy
EL PAíS › LOS GREMIOS EMPEZARON A DAR ALGUNAS SEñALES DE DESCONTENTO
En la reunión del consejo directivo de la CGT hubo críticas a algunas decisiones del Gobierno. Los sindicalistas consideran insuficiente la rebaja en Ganancias y quieren atar la movilidad jubilatoria a los salarios en blanco.
Por Martín Piqué
Mientras el Gobierno supone haber cerrado un frente de conflicto al pagar la deuda con el Club de París, en el horizonte inmediato asoma otro problema. El movimiento obrero, hasta ahora un aliado estratégico, comienza a dar señales de fuerte descontento ante el cumplimiento a medias de algunas promesas oficiales, como la elevación del monto mínimo no imponible que afecta a la cuarta categoría de Ganancias. Esa suba no fue de la dimensión esperada. También se le reclama al Ejecutivo que acelere la modificación de la tablita de Machinea, que la Casa Rosada prometió recién para el 2009, y que se fije la movilidad jubilatoria según las variaciones del salario en blanco. Estos fueron los puntos que se debatieron ayer en la reunión del consejo directivo de la CGT.
El plenario mostró un descontento generalizado con la Casa Rosada. “Hubo una absoluta disconformidad de la mayoría”, reveló a PáginaI12 uno de los asistentes. Aunque se abrió un compás de espera hasta el 14 de septiembre (a la espera que el Gobierno anuncie alguna medida), la CGT igual decidió mostrar los dientes: hoy se realizará un paro de 24 horas que afectará a todas las actividades portuarias y de dragado fluvial del país.
La reunión del consejo directivo cegetista tenía varios temas para analizar, sobre todo el paquete de promesas incumplidas por el Gobierno. La agenda en cuestión incluía reclamos sensibles para los sindicatos. En el temario figuraba la suba de los Aportes de Prestaciones Especiales (APE) que reciben las obras sociales para cubrir las operaciones de alta complejidad, y también la modificación del régimen legal que permite a los monotributistas afiliarse a las obras sociales sindicales con un pago mensual muy bajo. Ambos reclamos habían sido comunicados a la Presidenta en la reunión que el consejo directivo tuvo con ella a fines de julio pasado. Todavía están pendientes. El plenario tuvo una asistencia perfecta. Estuvieron todos los miembros de la CGT que fueron electos cuando se reeligió a Moyano al frente de la confederación sindical.
La promesa del Gobierno de modificar la tablita de Machinea recién en 2009 fue objetada en forma unánime. También hubo críticas a la suba del monto mínimo no imponible de Ganancias. El secretario general de Smata, José Rodríguez, habló de las consecuencias que ese nivel de impuestos tiene sobre los trabajadores del sector automotriz. “En las terminales de producción está habiendo dificultades para que la gente haga horas extras porque la diferencia termina siendo capturada por el fisco. Eso está parando el ritmo de producción”, comentó. En el salón Felipe Vallese de la CGT se escucharon otras críticas a la Rosada y también se discutió cómo presionar para reforzar los reclamos. “Moyano está mandando señales de que no va a parar los conflictos”, anticipó a PáginaI12 un gremialista.
El paro de 24 horas que hoy cumplirán los diez sindicatos que integran la Federación Marítimo-Portuaria y de la Industria Naval (Fempinra) será el primer mensaje al Ejecutivo. La medida de fuerza paralizará todas las actividades vinculadas con el sector y las terminales portuarias de San Pedro, Campana, Capital Federal, Zárate, Dock Sud y Ensenada permanecerán inactivas. El paro tiene el respaldo explícito de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), un reducto del moyanismo. El titular de esa confederación es el dirigente de los taxistas, Omar Viviani, un hombre de Moyano. “Lo que el Gobierno dio la semana pasada no es suficiente”, dijo ayer Viviani con respecto a Ganancias.
El paro de los portuarios incluirá una movilización desde Viamonte y Madero hasta la sede de la CGT. Allí recibirán el apoyo institucional de la central. La medida de fuerza se sumará a la huelga por tiempo indeterminado convocado nada menos que por Camioneros para obtener mejoras para los choferes que transportan cereales para las multinacionales Bunge, Cargill, Molinos Río de la Plata y Nidera. Comandados por Pablo Moyano, los transportistas de cereales reclaman el blanqueo y la equiparación de los salarios según el convenio colectivo del sector. Por esta protesta están paralizadas las plantas que las multinacionales tienen en Ramallo, San Pedro y Bahía Blanca.
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