Los investigadores del caso López siguen releyendo y emprolijando los casi 30 cuerpos del expediente 7/9889. En el caso de la fiscalía de Sergio Franco, empezaron hace un par de meses con la llegada de un refuerzo de personal. Algunas líneas de trabajo fueron reactivadas, otras cerradas y en la revisión de un par de ellas aparecieron irregularidades que ameritaron un pedido de medidas del fiscal al juzgado federal de Arnaldo Cora-zza. En este sentido, el magistrado ordenó la indagatoria de un funcionario de Migraciones por “entorpecer la investigación de la desaparición del ciudadano Jorge Julio López”, en el marco de la llamada “pista Paraguay”.

Pocos días después del 18 de septiembre de 2006, cuando López fue visto por última vez, Migraciones había informado que el testigo del juicio contra Miguel Etchecolatz figuraba saliendo del país hacia Paraguay por el puente que une Posadas con Encarnación. La explicación inicial fue que habían pretendido cargar el nombre de López y su documento en el sistema de búsqueda y, por error, lo hicieron de modo que quedó registrado como si hubiera abandonado el país. Para los investigadores esa explicación “no cerraba”. Por eso una comisión de la Policía Federal viajó a esa provincia, interrogó al personal de Migraciones y confirmó que López no salió del país. Lo mismo hizo la Bonaerense, y luego la Policía de Seguridad Aeroportuaria. La duda se centraba en que el número de DNI de López había aparecido en el sistema. ¿Cómo pudo saber ese dato el empleado de Migraciones que lo ingresó? Los investigadores detectaron que en los carteles de búsqueda de Gendarmería aparecía esa información, y de allí pudieron haberla tomado. Se disipaba así la sospecha de un López saliendo del país por ese paso fronterizo.

Quien había ingresado el dato al sistema es Sergio Rolón, docente de 28 años que se desempeña como inspector de la delegación Misiones de la Dirección Nacional de Migraciones. En su pedido para que Rolón sea interrogado, el fiscal Franco destacó “la mendacidad de sus dichos” y la “falsa justificación de sus actos, en cuanto refiere que ‘ingresó enter en lugar de escape’, y no parece posible tan fatídico error”. El acusado “ingresando un tránsito inexistente abusó de la autoridad que ejercía, mal empleando la misma para satisfacer inquietudes personales y conjeturales”, apreció el fiscal. Esto es, Rolón ingresó los datos de López para saber si había pasado por la frontera, no porque lo tuviera ante sí pidiendo salir. Dijo Franco que “la pesquisa puso en relieve una serie de irregularidades que parecen ser habituales en la frontera y que ponen en riesgo ni más ni menos que la seguridad del Estado”. De esta manera se cierra una línea sobre la desaparición del testigo, pero quizá se abra una hipótesis sobre su encubrimiento.