Martes, 23 de septiembre de 2008 | Hoy
Después de ser la preferida de Fernando de la Rúa y de acompañar a Ibarra como vicejefa de la ciudad, Cecilia Felgueras se alejó de la política. Aunque le gustaría volver, ahora es directora de una productora de películas y publicidades. El contacto con el macrismo y los ex sushi.
Por Werner Pertot
“¿Querías un trineo? Te conseguí un trineo”, dice una voz con acento español en medio de unas oficinas muy a tono con Palermo Hollywood, donde el arte abstracto convive con un jardín paradisíaco, las paredes de ladrillo descubierto con el metal y los vidrios. El productor español se sienta frente a una estilizada mesita sobre la que hay preparado un catering –papas fritas y masitas entre las laptops– y observa el trineo que está frente a la puerta de Flehner Films. Por allí entra la directora ejecutiva de esa productora, que viene de grabar un comercial en Pacheco. Sonríe. Parece contenta con su nueva vida. De la anterior, para qué acordarse: antes era la preferida del ex presidente Fernando de la Rúa. Por algún motivo, Cecilia Felgueras no termina de abandonar la idea de volver. “La política va conmigo”, dice, por toda explicación.
Cuando terminó el primer mandato de Aníbal Ibarra, Felgueras ya había pasado de estrella mediática de la Alianza a un lugar de vicejefa con un bajísimo perfil, como consecuencia de la caída de De la Rúa. “Sentí que era bueno tomarme un tiempo y reflexionar. Y decidí dedicarme a mi otra pasión: volver a la cultura y el arte”, explica Felgueras a PáginaI12 y recuerda que fue directora de la movida under del Centro Cultural Rojas y organizó para el gobierno porteño los ciclos de Buenos Aires No Duerme y las primeras ediciones del Bafici.
Para volver a las fuentes, a fines de 2003, dejó de lado la idea de una candidatura a diputada y aceptó el cargo de directora ejecutiva de Flehner Films, una productora de publicidades que, entre otras cosas, hizo campañas para Colgate, Burger King y participó en la producción de películas como Comodines, Cohen vs. Rossi o La edad del sol. La ex vicejefa alterna sus días entre el trabajo (los fines de semana los pasa en el teatro y el cine), su hija Dalila y la Fundación Banco de Alimentos, de la que forma parte: es una entidad que recibe alimentos que no pueden ser comercializados por problemas estéticos, pero que son aptos para consumo, y los destinan a cerca de 470 comedores. Felgueras les hizo una publicidad, en la que cuenta la historia de una zanahoria que no es enviada a las verdulerías y se pone contenta cuando la mandan a esa ONG.
Felgueras parece disfrutar especialmente el ser directora de Cosmic Films, el área de cine que se abrió en 2004 con su llegada. Desde allí produjo Rancho aparte, la ópera prima de Edi Flehner. Basada en una obra de teatro de Julio Chávez, narra la historia de dos hermanos que viven vidas casi opuestas: él, en un rancho en el campo; ella, casada y acomodada en un departamento de Barrio Norte. Hasta que él se queda sin hogar y, junto a su hija adoptiva, va a pedirle ayuda a su hermana. La película relata esos días de convivencia y el choque de mundos que se produce.
Su otra producción –hay dos más en carpeta– es Una novia errante, tragicomedia de Ana Katz que en 2007 participó como finalista en el Festival de Cannes y fue premiada en el Festival de San Sebastián. Filmada en Mar de las Pampas –con la participación de sus vecinos–, relata la historia de una chica que es abandonada por su novio en medio de unas vacaciones y espera (y desespera) por su llamado.
Pese a haber encontrado un lugar tras la incineración política de la Alianza, Felgueras por momentos se parece a la protagonista de esa película: no deja de esperar el llamado de la política. “Mi vocación política –aclara– sigue intacta.”
Militante del Movimiento de Transformación Universitaria a fines de la dictadura, Felgueras creció cuando la apadrinó De la Rúa como una de las “caras nuevas” de la política. Primero la llevó a Cultura y a Promoción Social en el gobierno porteño, y luego fue viceministra de Desarrollo Social de la Nación e interventora del PAMI. Por esa época era el centro de atención de la mayoría de los medios y se mostraba como la mejor alumna del presidente, que bregó para ubicarla en la fórmula con Ibarra. Para la campaña, Felgueras cambió su look de chica de colegio de monjas y se impuso como “Cecilia”, mucho antes de que apareciera en Buenos Aires el marketinero “Mauricio y Gabriela”.
Su perfil bajó muchísimo desde que asumió como vicejefa. Uno de sus pocos momentos recordados fue cuando, entre lágrimas, se negó a tomarle juramento a Elena Cruz, que había hecho un acto de reivindicación del dictador Jorge Rafael Videla. A la par, su imagen empezó a ser golpeada por una causa abierta por la presunta malversación de fondos durante su gestión como secretaria de Promoción Social. Finalmente, la sobreseyeron.
Su relación con De la Rúa menguó luego de que se expusieran sus diferencias, dentro del grupo sushi, con Antonito. Con Ibarra, las cosas no fueron mejor: su relación política quedó rota el 24 de enero de 2001. Ese día, el jefe de Gobierno estaba de viaje por Brasil y se desató un temporal que inundó media ciudad. Ibarra le reprochó luego la falta de conducción de la crisis y le sacó a los pocos funcionarios que ella había conseguido colar en la administración de la ciudad.
Después de abandonar la vicejefatura tuvo unas pocas charlas con Mauricio Macri –a través de su cercanía con Horacio Rodríguez Larreta–, incluso algún macrista la pensó como posible ministra de Cultura porteña. Finalmente, Macri eligió a Hernán Lombardi, un ex sushi al que Felgueras sigue viendo seguido, al igual que a Andrés Delich y a Darío Lopérfido, quien fue traído de vuelta a la Argentina de su autoexilio madrileño por una historia de amores con la actriz Esmeralda Mitre, que alcanzó las revistas del corazón. Felgueras no pudo resistir tampoco la invitación a un encuentro con la nueva vicejefa que ocupa un lugar central en los medios: Gabriela Michetti la recibió en su casa y hablaron de cómo encarar el trabajo en la Legislatura.
De los dirigentes en los que se referenciaba, a Carlos Chacho Alvarez no lo volvió a ver nunca más y a De la Rúa no le ve la cara desde hace tres años, pero la semana pasada la llamó y hablaron como si nada hubiera ocurrido. El ex presidente también le envió un mail con los datos de un becario de posgrado que quería hacer una investigación sobre Buenos Aires No Duerme. Pese a que no tuvieron nunca una buena relación, hace poco Felgueras se tomó un café con Ibarra. El ex jefe de Gobierno le dijo que, después de Jorge Telerman, la veía como una excelente vicejefa.
De su paso por la gestión porteña, a Felgueras le quedó también su relación con la Fundación Huésped, que le propuso hacer un programa de lucha contra el sida. Así, la ex vicejefa produjo Hoy me desperté, un programa que emitió Canal 13 y que ganó el oro en el Broadcasting Awards 2008 de Nueva York. El programa –del que participaron Adrián Suar y Ricardo Darín, entre otros– comienza con dos cortos de ficción y cierra con un musical, en el que cantan Diego Frenkel y Fabiana Cantilo. En el medio de las coreografías, sobre Diagonal Norte se ve la puerta de lo que fue el Banco de Boston, abollada por los reclamos de los ahorristas en 2001.
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