Desde Washington

Las discusiones partidarias políticas se detuvieron ayer para demorar potencialmente el rescate de Wall Street, cuando John McCain dijo que estaba “profundamente molesto” con la cantidad de poder que se le estaba entregando al secretario del Tesoro, Henry Paulson. El candidato republicano pidió la creación de una comisión bipartidaria para supervisar la aprobación del paquete de rescate de 700.000 millones de dólares. Su rival, Barack Obama, advirtió sobre el plan e hizo una lista de las siete condiciones que él cree que deberían imponerse. Pero también dijo que si resultaba electo en noviembre quiere que Paulson trabaje con su equipo de transición presidencial. Obama estuvo informado diariamente por Paulson durante las últimas dos semanas y habla muy bien del ex presidente de Goldman Sachs, uno de los dos bancos inversores sobreviviente de Wall Street.

Por su parte, el presidente George Bush dijo ayer que los negociadores hicieron “buenos progresos” en la discusión con el Congreso, sobre una ley para enfrentar la crisis de los mercados financieros. Bush advirtió al Congreso que no use la ley de emergencia sobre los mercados financieros para introducir “procedimientos ajenos” a la medida. Los demócratas, liderados por el senador Christopher Dodd, de Connecticut, afirman que no se interpondrán a una acción rápida; aunque piden límites a la compensación de ejecutivos de las compañías beneficiadas por el rescate y más alivio a las hipotecas de propietarios en morosidad.

Ayer, en el campo de batalla del estado de Wisconsin, Obama estaba preparado para decirles a los votantes que él apoya los esfuerzos del gobierno y los quiere bipartidarios. “Este plan no puede ser sólo un plan para Wall Street, tiene que ser un plan para todos”, dijo. “Tenemos que unirnos, como demócratas y republicanos, para aprobar un plan estimulante que ponga dinero en los bolsillos de las familias, salve los empleos y evite los penosos recortes presupuestarios y alza de precios en nuestros estados.”

El plan de rescate surgió de la convicción de Paulson de que los mercados financieros estaban mirando a un abismo, pero los expertos económicos conservadores, que hace unos pocos días lo defendían, están ahora expresando dudas sobre lo que uno describió como un “plan extremadamente peligroso”. Los políticos de la derecha también están objetando. Newt Gingrich dijo que “ver cómo Washington corría a tirar el dinero de los contribuyentes en Wall Street fue un poco alarmante”.

El senador McCain estaba haciendo campaña en Scranton, Pennsylvania, ayer, cuando dijo que en lugar de darle un poder enorme a Paulson establecería una comisión bipartidaria para supervisar y que la comisión debería estar formada por “la gente más respetable de Estados Unidos” como el magnate Warren Buffett –que apoya al senador Obama–, Mitt Romney, el ex candidato republicano, y Michael Bloomberg, el alcalde de Nueva York, “en lugar de darle toda esta responsabilidad a una persona que puede haberse ido en cuatro meses”.

La crisis financiera favorece a los demócratas y McCain está siendo atacado en plena campaña electoral por tratar de que los estadounidenses inviertan los impuestos de seguridad social en la Bolsa de Comercio. La nueva publicidad de Obama dice: “La seguridad social nunca ha sido más importante, pero John McCain votó tres veces a favor de privatizar la seguridad social”. “Decían que querían que el mercado fuera libre, en lugar de eso dejaron que se enloqueciera”, le dijo Obama a una multitud de 20.000 personas en Carolina del Norte el domingo. “Ahora este gran ‘desregulador’ quiere poner su atención en la salud.”

Obama ha estado hablando con líderes del Congreso así como con Bill y Hillary Clinton mientras prepara su propia respuesta detallada al rescate. Pero está usando la crisis para atacar las políticas republicanas con las que McCain está comprometido a continuar. “Ahora vemos las consecuencias desastrosas de esta filosofía”, declaró.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para PáginaI12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.