Las cuentas del Presupuesto aparentemente no dieron como todos esperaban y desataron el reclamo de los propios diputados oficialistas. Sus provincias, la mayoría gobernada por kirchneristas y aliados del Gobierno, recibirán de manos del Estado –según el proyecto de Presupuesto 2009– menos del piso de 34 por ciento que establece la ley de Coparticipación. Las quejas atravesaron todo el bloque K, aunque también desató la disputa entre provincias grandes y chicas por la porción que recibiría cada una si consiguen ampliar las partidas presupuestarias. Hoy, los legisladores oficialistas se reunirán con el jefe de Gabinete, Sergio Massa, para expresarle su descontento.

Para la conducción del bloque oficialista, el Presupuesto “en lo macroeconómico es muy bueno”, aunque admiten que la discusión en particular “va a ser dura”, incluso con sus propios diputados. Un reconocimiento tácito a las quejas que expresaron los legisladores K sobre los fondos que recibirán sus provincias. Todos coinciden en que hay que aumentar las partidas destinadas, las diferencias aparecen cuando se discute qué metodología se debe utilizar.

Varios de los gobernadores de las provincias del NOA y NEA fatigaron ayer sus teléfonos para alertar a sus legisladores. Consideran que las provincias grandes les ganaron la iniciativa para reclamar mayores partidas presupuestarias con la intención de llevarse una mejor tajada. Los gobernadores del Norte están dispuestos a dar pelea y dejaron trascender que no dejarán que sus provincias sean relegadas de cualquier mejora presupuestaria. “Siempre se llevan todo las grandes”, se quejaron ayer.

Será uno de los temas que los diputados K tratarán hoy con Massa, al mediodía, en el edificio de la Jefatura de Gabinete con la mesa chica del bloque oficialista. Ahí serán de la partida el jefe de los diputados oficialistas, Agustín Rossi, la secretaria del bloque, la mendocina Patricia Farell, y el presidente de la Cámara baja, Eduardo Fellner. Por la tarde-noche el encuentro será con todos los integrantes de la bancada, en un asado que se realizará la sede del PJ de la calle Matheu.

Massa pretende el resguardo del bloque oficialista en la primera visita que hará el mañana al Congreso, con una agenda complicada. Deberá enfrentar las preguntas de los legisladores de la oposición sobre el tema inflacionario y el escándalo por la valija de Antonini Wilson que se amplifica en los tribunales de Miami. Incluso, la Coalición Cívica y el macrismo –al que se podría sumar la UCR– calentarán el informe con el pedido de juicio político al ministro de Planificación, Julio De Vido, por la participación de funcionarios de su cartera en el escándalo.

Los diputados K le darán su apoyo. Pero también le harán conocer su malhumor por “achiques” presupuestarios de sus provincias.