El jefe de Gabinete, Sergio Massa, parece dispuesto a tender un puente permanente con el kirchnerismo parlamentario. Ayer recibió por separado a las autoridades de los bloques de senadores y diputados oficialistas y cerró la jornada con un asado en la sede nacional del PJ con todos los integrantes de la bancada K de la Cámara baja. Massa buscaba cerrar filas con los legisladores en vísperas de su primer informe ante el Congreso, donde la nueva metodología convertirá la sesión en una virtual interpelación y deberá responder sobre dos temas que incomodan al Gobierno: el problema inflacionario, que abarcará los cuestionamientos al manejo del Indec, y el capítulo internacional, donde la oposición cargará las tintas sobre los casos del valijero venezolano Antonini Wilson, el triple crimen de General Rodríguez y los nexos con el tráfico de efedrina.

La charla que Massa compartió con los senadores Miguel Piche-tto, José Pampuro y Nicolás Fernández abarcó una agenda parlamentaria “más amplia”, de la que no estuvo ajena la votación de hoy en el Senado. Los legisladores K le confirmaron al jefe de Gabinete que cuentan con las manos necesarias para convertir en ley la movilidad jubilatoria. De esa manera ahuyentaron los fantasmas que sobrevolaron el bloque oficialista la semana pasada, cuando no lograron reunir los dos tercios necesarios para tratar el proyecto del gobierno sobre tablas.

En cambio, el encuentro a media tarde con los diputados giró casi exclusivamente sobre el informe que Massa rendirá hoy desde la mañana ante los diputados. “Vimos los detalles sobre la metodología que tendrá su exposición en la Cámara. El ministro nos aseguró que no necesita del paraguas del bloque, aunque está claro que somos la bancada oficialista y en este caso vamos a estar de los dos lados del mostrador”, se sinceró uno de los diputados asistentes a la reunión. Del encuentro participaron el presidente de la Cámara baja, Eduardo Fellner; el jefe del bloque K, Agustín Rossi, y los diputados Patricia Vaca Narvaja, José María Díaz Bancalari y Patricia Fadel.

Massa estuvo al tanto y hasta envió a su propio emisario –el vicejefe de Gabinete y socialista K Oscar González– a las negociaciones entre el oficialismo y la oposición para acordar una nueva metodología para las exposiciones ministeriales. Massa avaló los cambios pero tampoco quiso dejar nada librado al azar. El nuevo método redujo la exposición del jefe de Gabinete a sólo tres temas, dos de los cuales son elegidos por la oposición y donde los legisladores podrán repreguntar. Bajo los títulos de “problemas inflacionarios” y “delitos internacionales”, los opositores tienen preparada una batería de preguntas con las que prometen incomodar a Massa.

En la reunión con la mesa chica de los diputados K, también se acordó que la cena que se realizaba anoche no sería la de un club de amigos sino que también habría tiempo para la discusión política. Aunque, las consultas de los legisladores serían canalizadas a través de un solo interlocutor: Fellner sería el encargado de formular las preguntas.

El diputado jujeño sabe del malhumor de algunas provincias sobre los fondos que se destinan a cada una de ellas en el Presupuesto 2009, y que éste sería uno de los planteos que le formularían a Ma-ssa varios diputados, entre tiras de asado y mollejas. Por eso salió a marcar la cancha a través de un extenso comunicado.

“Nunca las provincias argentinas recibieron tantos fondos nacionales como en los últimos cinco años”, afirmó ahí Fellner. Aunque también destacó que el intento de la presidencia de Néstor Kirchner de sancionar una nueva ley de coparticipación “fracasó por voluntad de las denominadas provincias grandes”. Aunque será difícil medir si la postura de Fellner, de plantear una disputa entre provincias grandes y chicas, logrará morigerar los reclamos de los legisladores al gobierno nacional.