En el Gobierno no esperaban que el nuevo lockout de las cámaras que agrupan a los empresarios agropecuarios arranque tan arriba. Los seis días dispuestos por los ruralistas no hicieron más que afirmar a la cúpula de la Casa Rosada en su creencia de que se trata de “una medida claramente política”, según definieron.

“Como consiguieron lo que querían (el rechazo a las retenciones móviles en el Congreso), ahora vienen por más. Y lo hacen mintiendo descaradamente, porque desde entonces tomamos muchas más medidas a su favor, como para que no tuvieran excusas para un nuevo lockout, pero igual lo hicieron”, le explicó anoche un ministro a PáginaI12.

También se oían quejas en la Casa Rosada porque en los ámbitos de diálogo abiertos por la Secretaría de Agricultura para distintos sectores de la producción agropecuaria “nunca vienen los de Mesa de Enlace”, pero igual –aseguraban–, con los dirigentes que participan igual “se lograron muchos avances”.

Como contrapeso del evidente fastidio que causó en el Gobierno la medida anunciada ayer, el resultado de encuestas realizadas por diversas consultoras que hacen trabajos para la Casa Rosada le trajo cierto alivio. En todos los sondeos que recibió el Gobierno –de CEOP, Analogías y Rouvier y Asociados–, una mayoría se manifestó contra el lockout y a favor del diálogo.

Otro elemento que sopesa el Gobierno es la creencia de que muchos productores agropecuarios ya no se sienten bien representados por los integrantes de la Mesa de Enlace. No era posible determinar si lo hacían en base a una presunción o que la opinión estaba también avalada por las encuestas.

El primer dirigente que salió a manifestarse ayer contra el lockout –antes que el Gobierno mismo– fue el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, un aliado de los dirigentes agropecuarios durante la protestas anterior y ahora reconciliado con la Casa Rosada. “Las protestas no conducen a nada y no tiene sentido que sigamos enfrentándonos cuando lo que tenemos que pedir es el diálogo”, dijo Schiaretti.

“No es bueno que tengamos que llegar a medidas de fuerza. Es vital que demos vuelta la página del enfrentamiento y a través del diálogo alcancemos consensos para fijar políticas agropecuarias de largo plazo”, añadió el cordobés. De acuerdo con la visión del gobernador, este diálogo se tiene que dar de manera tripartita entre el gobierno nacional, las entidades agropecuarias y los gobiernos provinciales.

Por parte del Gobierno se manifestaron dos funcionarios vinculados directamente con el área: el secretario de Agricultura, Carlos Cheppi, y el titular del Organo Nacional de Control de Comercialización Agroalimenticia (Oncca), Ricardo Echegaray.

Cheppi dijo estar sorprendido y les pidió a los directivos de las cámaras agropecuarias que reflexionen y vuelvan al diálogo (ver recuadro). Echegaray, en tanto, sostuvo que la mesa de enlace “utiliza un discurso engañoso para sumar a los productores que se alejaron” y dijo que la mayoría de los integrantes de esa comisión “vive de lo que produce el campo, pero no trabaja para el campo”.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner no se refirió ayer al tema, pero tuvo un gesto en respuesta al lockout agropecuario: firmó un plan de financiación para pequeños productores rurales para Mendoza, San Juan, Catamarca y La Rioja con asistencia del Banco Nación.

En el acto, realizado en la Casa Rosada estuvieron la presidenta del Nación, Mercedes Marcó del Pont, y los gobernadores de tres de las cuatro provincias beneficiadas: José Luis Gioja (San Juan), Luis Beder Herrera (La Rioja) y Celso Jaque (Mendoza). Sólo faltó el catamarqueño Eduardo Brizuela del Moral, que abandonó la alianza con el Gobierno.