EL PAíS
En el juicio político a la Corte la enésima puede ser la vencida
El PJ confía hoy en conseguir quórum propio. Luego trataría de conseguir el rechazo del juicio político y la impunidad de los supremos. El debate puede prolongarse por más de un día.
Por Felipe Yapur
“Mal desempeño y posible comisión de delito” es la acusación general que se les hace a los nueve miembros de la Corte Suprema en los dictámenes acusatorios del juicio político que se les instruye. En su gran mayoría, con diferencias y matices, la oposición pretende a partir de hoy demostrarlo para la casi totalidad del supremo tribunal y así poder destituirlos. El PJ, en cambio, ha decidido pasar por alto todas las pruebas y acusaciones para rechazar los dictámenes en pos de un objetivo que se resume en una sola palabra y que ninguno de sus integrantes se atreve a pronunciar: impunidad.
Fueron siete semanas ininterrumpidas en donde los diputados del justicialismo buscaron afanosamente conseguir el quórum para la sesión donde aspiran desactivar el juicio político. Todo indica que hoy alcanzarán el primero de sus objetivos que no es otro que este histórico debate comience. Si es así, se prevén por lo menos 48 horas de discusión entre los que quieren enjuiciar a los supremos y los que pugnan por su salvación.
Algo más de 100 diputados del PJ se sentarán en sus bancas, muchos de ellos llegarán sospechados de haber recibido un incremento en sus sueldos no oficial que entregaron –según denunció un grupo de legisladores del propio justicialismo– miembros de la conducción de la bancada oficialista. Ayer trascendió que esos dineros negros treparon al doble: de dos mil a cuatro mil pesos. Nadie dice que es para favorecer el debate de hoy, ni siquiera los denunciantes lo hacen. Tal vez por ello es que el PJ decidió mantener un férreo silencio y, si es posible, dejar el tema para una mejor oportunidad. Pero es poco probable que así suceda, ayer el arista por Tucumán, José Vitar, señaló que “el debate está viciado de falta de transparencia por las denuncias de sobresueldos” y seguramente lo repetirá durante el momento en que haga uso de la palabra.
Igual el oficialismo no quiere hacer olas. Para el mediodía está prevista una sesión especial donde se debatirá la prórroga del CER, se descuenta que será aprobado por una mayoría abrumadora. Allí mismo el PJ quiere –y puede lograrlo– incorporar a dos nuevos integrantes de su bloque que llegan en reemplazo de los actuales funcionario de gobierno Jorge Matzkin y Daniel Scioli. Con estas dos caras nuevas, Nicolás Fernández y Diego Santilli, el oficialismo tendrá así el número suficiente para conseguir el quórum para la sesión de la tarde donde se debatirá el demorado juicio a la Corte.
Horacio Pernasetti, titular del bloque radical, no hace otra cosa que tratar de mantener a su tropa disciplinada porque, más allá de lo que dijo el gobernador del Chaco y presidente de la UCR, Angel Rozas, la decisión es esperar que el PJ reúna a los 129 diputados que exige el reglamento para sesionar. Anoche la preocupación de esta bancada era definir dónde esperarían la definición del quórum. Algunos proponían estar en el Salón de Pasos Perdidos, contiguo al recinto, o parados al lado de las bancas. El temor es que el tablero marque el quórum y el PJ vote el rechazo de los dictámenes acusatorios en un santiamén. Esto es poco probable porque para ello el oficialismo no tiene la cantidad de voluntades necesarias porque los diputados de los partidos provinciales quieren el debate.
“No pensemos en perder”
Ayer por la tarde los diputados de la Comisión de Juicio Político que firmaron los dictámenes acusatorios se reunieron para definir los detalles de la estrategia a seguir. No sólo concretaron la distribución de los turnos para hablar y cómo lo van a decir, también aprovecharon el encuentro para darse ánimo ante la inminencia del debate. Elisa Carrió fuela que más se esforzó por insuflar fuerza a sus colegas: “No pensemos que podemos llegar a perder. La fuerza de nuestros argumentos pesará sobre la conciencia de muchos que no tienen idea de lo que está escrito en los dictámenes”, les repitió.
Tanto en la comisión como en el bloque oficialista y el radical se devanan los sesos pensando qué sería mejor, si votar cargo por cargo o dictamen por dictamen, si otorgar media hora de discurso para cada cargo o para cada juez. Anoche los bloques estaban reunidos decidiendo qué pieza jugar y cómo moverse para conseguir el mejor resultado.