El ex presidente Carlos Menem pegará el faltazo hoy, cuando comience el juicio oral y público por la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia que lo tiene como principal imputado, pero no podrá evitar escuchar la acusación en su contra la próxima semana. Una alta fuente judicial confirmó a PáginaI12 que, salvo que una receta magistral le permita agravar su estado de salud a un punto extremo, el senador que hace veinte días admitió estar “en excelentes condiciones” deberá estar presente en Comodoro Py cuando le enumeren los delitos cometidos en uno de los mayores escándalos de su gobierno, por los que a partir de hoy el Tribunal Oral en lo Penal Económico 3 lo juzgará junto a 17 de sus ex funcionarios.

Omar Luis Daer, abogado del ex presidente, advirtió ayer que “por razones de salud” su cliente no podrá estar en la audiencia inicial. Menem está “guardando reposo en La Rioja, con medicación para su recuperación” y “no está en condiciones de afrontar un proceso de estas características”, dijo el abogado, sin entrar en detalles, luego de presentar al tribunal un certificado médico según informó a la prensa. El problema es que la incontinencia verbal le juega en contra. “Mi salud es excelente”, confesó el dirigente peronista de 78 años hace exactamente veinte días, cuando salió del sanatorio Otamendi después de un chequeo. Tan bien se sentía que no descartó la posibilidad de presentarse como candidato a presidente en 2011.

El faltazo del riojano no impedirá que su ex cuñado Emir Yoma, su ex ministro de Defensa Oscar Camilión, el ex jefe de la Fuerza Aérea durante su presidencia, brigadier Juan Paulik, y otros 14 imputados comiencen a escuchar la acusación. “La lectura comenzará con o sin el imputado Menem. Su presencia sólo es imprescindible cuando se lea la acusación en su contra. Como el caso de Menem fue el último en ser elevado a juicio, antes deberán leerse las otras 17 acusaciones”, precisó la fuente de Tribunales.

Daer también declaró que Menem no puede ser trasladado de manera compulsiva a Comodoro Py “porque sería equivalente a un arresto, contra lo que tiene inmunidad por sus fueros como senador nacional”. En Tribunales descalificaron la falacia del abogado. “La inmunidad es de detención, no de jurisdicción”, explicaron. Significa que si el tribunal ordena su arresto el Senado debe desaforarlo, pero nunca que la obligación de rendir cuentas ante la Justicia sea equiparable a una detención.

Aun si Menem sufriera un nuevo cuadro extremo de neumonía como el que lo afectó a mediados de julio, que incluso no le impidió participar de la maratónica sesión para oponerse a las retenciones móviles, el tribunal que integran Luis Imas, Horacio Artabe y Luis Losada podría ordenar que se le lea la acusación y se le dé oportunidad de ampliar su declaración indagatoria en su casa del Club de Golf de La Rioja o en la clínica donde eventualmente decida recluirse.

Antes de comenzar la lectura del auto de elevación del juez Rafael Caputo, el tribunal informará su decisión sobre el planteo de nulidad de la defensa de Menem, que sostiene que en 2001 el ex presidente fue indagado sin ser relevado del secreto de Estado, con lo cual se habría violado su derecho de defensa. Es improbable que se resuelva a su favor, y no sólo por extemporáneo. La Dirección General de Aduana, querellante en la causa, expuso que no existe tal secreto de Estado porque el propio Menem decidió dar a publicidad los decretos que permitieron exportar las armas. Además “es un planteo precluido, porque la Cámara lo denegó y todas las instancias superiores rechazaron los recursos de Menem y confirmaron la decisión”, agregó la fuente judicial.

El contrabando de armas a Croacia y Ecuador es uno de los casos más emblemáticos de corrupción de la década menemista y es el primero que lleva al banquillo a un ex presidente. Durante siete meses declararán 424 testigos, incluidos los ex mandatarios Raúl Alfonsín y Fernando de la Rúa, el ex embajador en Estados Unidos James Check y los ex jefes de la SIDE menemista Hugo Anzorreguy y Juan Bautista Yofre.