Jueves, 16 de octubre de 2008 | Hoy
Por David Brooks *
Desde Nueva York
Otra vez el voto. En las últimas dos elecciones nacionales se comprobó que la consigna supuestamente sagrada de “una persona un voto” no se cumple y que no todos los sufragios son contados en Estados Unidos. Pero ahora hay preocupaciones de que aun antes de llegar a una casilla, algunos ciudadanos tendrán su voto anulado. El problema es que hay procesos sospechosos de depuración del padrón electoral en varios de los estados considerados clave en la determinación del resultado de la elección presidencial. Según una investigación de The New York Times, estas entidades han estado utilizando datos del sistema nacional del Seguro Social para verificar información sobre los empadronados, a pesar de que se sabe que esos datos están sujetos a errores. A pesar de eso, los datos se han estado empleando para purgar a decenas de miles de votantes empadronados y para rechazar solicitudes de empadronamiento. De 7,7 millones de verificaciones solicitadas al Seguro Social por autoridades estatales en 2008, casi 2,4 millones no corresponden a la información en el banco de datos de la agencia federal. Lo curioso es que esas anulaciones llegan a números totales que superan el margen de diferencia entre los candidatos en las elecciones presidenciales de 2004 justo en estados que se identifican como los más clave en el mapa electoral. Y eso es aparte de que todavía hay serias deficiencias en los sistemas de conteo de voto que no se han reparado desde la última elección. Votar no es nada fácil en la autoproclamada “democracia” más importante del mundo.
Ecos derechistas. En escenas que para algunos a veces recuerdan imágenes de reuniones fascistas en Europa en los años ’30 o en América latina, los eventos electorales recientes de la fórmula republicana de John McCain y Sarah Palin están generando odio, temor, racismo y hasta amenazas de violencia contra su contrincante demócrata Barack Obama. En los mítines, las expresiones de hostilidad ante la mención del opositor superan ya no sólo los chiflidos sino hasta gritos de “mátenlo” y referencias racistas. David Gergen, ex asesor de varios presidentes de ambos partidos, dijo en una entrevista reciente que lo más preocupante es que ni McCain ni Palin repudien tales manifestaciones de odio y controlen a sus seguidores, y comentó que hasta un camarógrafo afroestadounidense en uno de estos eventos se sintió amenazado. La campaña de McCain continúa vinculando a Obama con un líder radical de los años ’60, que ahora es un distinguido profesor de educación, al sugerir que Obama simpatiza con “terroristas” o “radicales”. El viernes, en un mitin electoral, un simpatizante de McCain gritó “estoy bien furioso, y lo que les va a sorprender es que no es por lo de la economía. Es porque los socialistas se están apoderando del país”. En respuesta, cientos se pusieron de pie con una ovación. El hombre continuó y dijo que Obama y sus socios demócratas eran unos hooligans e instó a McCain a “ir tras ellos”. La multitud aplaudió de nuevo y coreó “USA, USA, USA”. El periodista y analista Marc Cooper escribe que dichos actos le recuerdan a los de Roberto D’Aubissón (foto) y el ultraderechista partido Arena, que cubrió en El Salvador en los años ’80.
Madonna contra Palin. En su concierto en el Madison Square Garden, esta semana, Madonna no ocultó su desprecio por la candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos, “Sarah fucking Palin”, cuando concluyó su actuación pidiendo, ante miles de fanáticos, “saquen a esa perra de aquí”.
Che Obama. Los sitios de Internet de la derecha estadounidense continúan buscando vínculos sospechosos de Obama con la izquierda y festejan cuando creen que lo encuentran, y si no lo inventan. Hace unos meses descubrieron pruebas de un complot cuando unos voluntarios de la campaña del demócrata estaban trabajando en una oficina donde colocaron una bandera cubana y la imagen de Ernesto ‘Che’ Guevara. Hay otros que ven el fantasma del mítico guerrillero en otras partes de la campaña de Obama, o las fabrican, como una playera que tiene “Obama ’08” en letras grandes y, más pequeña, una imagen del Che. Pero ahora sí tienen la prueba contundente: el propio Che endosó a Obama como su candidato: Benicio del Toro, quien protagoniza la recién estrenada película Che, el argentino, del director Steven Soderbergh, declaró al Times de Londres que “votaré por Barack Obama porque creo que Estados Unidos necesita un cambio”. Los ultraconservadores aún no han logrado explicar que si Obama es el candidato del Che, por qué Wall Street, cuando tenía dinero, contribuyó con 10 millones de dólares a su campaña.
Bush, desaparecido. “George W. Bush casi nunca es mencionado por McCain y Palin, y cuando así sucede es para afirmar que McCain se ha opuesto al presidente en varias ocasiones. De hecho, en la convención republicana los oradores a lo largo de los cuatro días de discursos sólo mencionaron por su nombre a Bush una sola vez”, reporta Harper’s.
Encuestas y apuestas. El promedio de las principales encuestas nacionales registra un creciente margen en favor de Obama sobre McCain, 49,5 contra 43,3 por ciento. Mientras tanto, los apostadores son cada vez más optimistas por el triunfo del demócrata, cuando el mercado Intrade registra 78,5 por ciento de apuestas respecto de su victoria, contra 21,1 por ciento que piensa que no.
* De La Jornada de México. Especial para PáginaI12.
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