Nada parece ser suficiente para impulsar la confianza en los mercados. Mientras George Bush afirma que en un período de entre 20 días y “el largo plazo” la economía se recuperará, la euforia que generan entre los inversores las medidas para frenar el colapso financiero que anuncian las economías más poderosas se disipa rápido. En este escenario, la reducida Bolsa de Comercio de Buenos Aires, reprodujo el comportamiento de las principales plazas bursátiles del mundo. El índice Merval había arrancado la semana, luego del feriado del lunes, repuntando el 11 por ciento, pero ayer cayó un 12,1 por ciento. La cotización del dólar se mantuvo estable en 3,23 pesos. Por su parte, los títulos de deuda también acompañaron las pérdidas. El Par en pesos cayó ayer 12,6 por ciento y la emisión más líquida, el Discount, cedió 6,9 por ciento.

En las últimas semanas, la evolución del tipo de cambio se volvió a convertir en atracción mediática, desplazando a la inflación, la intervención de las estadísticas del Indec y el Presupuesto 2009. La cotización del dólar es el eje de los reclamos de la Unión Industrial y del sector agropecuario, que advierten que con el valor actual pierden competitividad. Desde el sector financiero sostienen que la evolución del tipo de cambio real ajustado por inflación (por los IPC de Mendoza y San Luis), en relación con Brasil, todavía está un 70 por ciento por encima de los valores previos a la devaluación.

Ayer, bajo la supervisión del BCRA, la cotización de la divisa no varió para el público y cerró con una leve alza en el segmento mayorista, donde subió hasta 3,199 pesos. Luego de la intervención, las reservas internacionales cayeron 70 millones de dólares y cerraron en 47.866 millones de dólares. La caída se debió a un pago por 115 millones de dólares al Banco Mundial. Luego de la operación, la autoridad monetaria salió a comprar dólares para compensar una parte del desembolso. “La cotización del dólar mayorista arrancó al alza y llegó a estar a 3,205 pesos, el Central compró hasta las 13 y cuando se retiró del mercado el dólar cayó hasta 3,199 pesos.” El volumen operado en el mercado cambiario subió hasta los 804 millones de dólares. El viernes previo al fin de semana largo se negociaron cerca de 1000 millones y anteayer se realizaron transacciones por 575 millones de dólares.

Las autoridades del Central están satisfechas por no haber seguido, como reclamaban ciertos sectores, la fuerte devaluación del país vecino donde el dólar terminó ayer en 2,16 reales. De todas formas la “flotación administrada” que viene realizando Martín Redrado le valió las críticas de muchos economistas que sostienen que la autoridad monetaria está utilizando la cotización del dólar como ancla inflacionaria. Por otro lado, también están los que advierten que la actual cotización de la divisa en relación con el declinante precio de los commodities no le alcanzará al Gobierno para obtener el superávit primario del 3,27 por ciento que se fijó como objetivo para el 2009.

En tanto, a los pocos inversores de la Bolsa la euforia les duró una sola rueda. El Merval, que cada vez componen menos empresas, registró ayer la mayor caída en diez años al retroceder 12,4 por ciento hasta los 1186 puntos. Los 22 papeles del índice operaron en terreno negativo borrando las ganancias de la rueda anterior. En la jornada se negociaron 151 millones de pesos en acciones. A medida que la composición del Merval se va achicando hay cada vez más sectores que reducen su representatividad en el indicador. El índice, que se actualiza cada tres meses, arrancó el año con 41 empresas y ahora quedan 22. Su elevada volatilidad está sujeta en gran parte al recorrido de Tenaris y Petrobras, empresas ligadas a la actividad petrolera y a los vaivenes del precio del crudo. El martes encabezaron la bonanza, aun con el precio del crudo cayendo, y ayer lideraron la caída: la empresa petrolera de bandera brasileña retrocedió 23,1 por ciento y la cotización de la fabricante de tubos de acero sin costura dismimuyó un 19,2 por ciento. Otras pérdidas relevantes las registraron ayer las acciones de Grupo Financiero Galicia, 12,0 por ciento y el Banco Francés cayó 12,2 por ciento.

Por diversas razones, son cada vez menos empresas las que cotizan. En la década del ’70, a partir del proceso de liberalización financiera, 400 compañías ofrecían acciones, ahora son 101 los papeles ofrecidos. La magnitud del mercado financiero local es muy reducida, según la Federación Mundial de Valores, la cantidad de empresas que operan en Santiago son 239, en San Pablo son 396, en la plaza mexicana 384, en Lima 241 y en el Nasdaq 2973. Los argentinos ahorran poco en acciones, y en su mayoría lo hacen a través de inversores institucionales. En otros países la evolución de los índices líderes es un factor determinante al momento de decidir cómo ahorrar. En una presentación reciente, el Mercado de Capitales de la Bolsa porteña muestra que la participación del ciudadano argentino en los mercados es insignificante, mientras que el grado de capitalización bursátil argentino, que refleja el valor de las empresas cotizadas en relación con el PIB, era hasta el año pasado del 25 por ciento muy por debajo del promedio brasileño o chileno que ascendía al 98 por ciento y 141 por ciento, respectivamente.