EL PAíS › EL GOBIERNO BUSCA ENFRIAR LA INVESTIGACION DEL SENADO
La sospecha de coimas al freezer
Gioja propuso en una reunión de comisión “no hablar más” del tema. Los radicales empujan por lo mismo. Duhalde lo sugirió también.
Por Eduardo Tagliaferro
Los archivos del Senado están listos para ser los depositarios de las investigaciones por el nuevo escándalo de los presuntos sobornos. Por lo menos ésa es la intención de las conducciones de los bloques mayoritarios de la Cámara. Algo de ello puso en evidencia el titular de la bancada justicialista, José Luis Gioja, en la última sesión. En la habitual reunión de Labor Parlamentaria, previa a las discusiones en el recinto, el sanjuanino recomendó a los restantes titulares de bloques que “por favor” el tema de las coimas no volviera a presentarse en el debate. Los radicales también mostraron su enojo por las derivaciones que va tomando la pesquisa. Incluso sugirieron la eventual presentación de una iniciativa parlamentaria para poner fin a la cuestión de privilegio que dio inicio a las actuaciones de la Comisión de Asuntos Constitucionales. La idea es considerar que el honor del cuerpo está a salvo y que aquí no ha pasado nada. Un senador del oficialismo ya recibió un guiño desde Comodoro Py.
Aunque el titular del bloque radical, el rionegrino Carlos Maestro, adelantó públicamente que querellaría a Thomas Catán, el periodista del Financial Times que publicó que destacados banqueros se habrían quejado ante embajadores de los países del G 7 por la sanción de un grupo de leyes, la medida no se concretó. Eso sí, la firma de Maestro está debajo de una nota dirigida al periódico y otra al cronista en la que además de reclamar la colaboración de ambos, el rionegrino reivindica el “derecho a llegar hasta el hueso para que la investigación llegue a la verdad revelada”. Por lo pronto, más allá de las buenas intenciones, en la bancada radical no se descarta la presentación de un proyecto que ponga fin a las cuestiones de privilegio. Consideran que la repetida ausencia de los banqueros y de otros personajes citados a testimoniar han agotado la pesquisa. También se quejan de que se ha desviado el tema la ruta de la investigación. Más allá de las presuntas coimas, la aparición en escena del lobbista Carlos Bercún puso al descubierto una zona oscura que puede dejar desubicado a más de un parlamentario. Por lo pronto, más de un boina blanca opta por poner un freno al tema.
En la reunión de Labor Parlamentaria en la que recomendó no volver sobre el escándalo de las coimas, Gioja no hizo más que expresar la voluntad de sus compañeros de bloque. No les preocupa tanto la virtual parálisis que mostraba el cuerpo, ya que en cada sesión el fantasma de los presuntos sobornos volvía a aparecer, sino las derivaciones que va tomando el caso y también claro está el largo listado de legisladores, funcionarios y operadores que está apareciendo estrechamente vinculado al lobbista. Incluso en el bloque se llegó a sugerir la posibilidad de quitarle quórum a la comisión de asuntos constitucionales para que el tema vaya languideciendo “naturalmente”. Por cierto, queda un escollo nada menor por sortear : la obstinación de dos de las senadoras justicialistas que están impulsando la investigación, la santacruceña Cristina Fernández de Kirchner y la tucumana Malvina Seguí. “No sé si va a poder probarse si hubo o no soborno o si se trata de una operación de los banqueros. Pero se están poniendo al descubierto todas las escenas que llevan a pensar que en la Argentina se compraron y vendieron leyes. Estamos iluminando al Parlamento de las corporaciones”, le dijo Kirchner a Página/12 a modo de reseña de la actuación de la comisión legislativa que preside y en la que se discute el hecho.
Una autoridad del bloque fue el receptor de una buena señal desde Comodoro Py. Además de transmitirle tranquilidad, un funcionario judicial le sugirió a un senador, que las investigaciones no se acercarán a las costas de los parlamentarios sino a las de los banqueros. Aquellos “malvados” a los que demonizaron como “infames traidores a la patria”. Como el pedido de sobornos suele ser un hecho casi imposible de probar -sostuvo el funcionario judicial– y en cambio si están acreditadas las reuniones de los financistas con los embajadores del Reino Unido y de los Estados Unidos, el camino de la causa judicial podría encaminarse hacia las gestiones de los banqueros. Aquellas destinadas a trabar las negociaciones de la Argentina con el Fondo Monetario Internacional. El dato era suficiente para que el funcionario le pidiera a los legisladores que no hubiera nuevos escándalos. De paso también recomendó que se aquietaran las actuaciones de la comisión legislativa. Aunque no fue tan preciso, Eduardo Duhalde también les pidió el martes a los senadores que no presentarán ninguna iniciativa parlamentaria que inquietara al Fondo. en este caso el pedido era por el probable acuerdo con el organismo de crédito internacional. El Presidente estaba dispuesto a discutir “el tema que es de dominio público”, según dijo cuando recibió a los senadores. Los que lo evitaron fueron precisamente ellos. Igualmente algún comentario hubo y estuvo en boca del santafesino Oscar Lamberto. “No sé cómo se arreglarán de aquí en más ahora que mataron a Carlos Bercún”, dijo cuando el propio Duhalde se quejó de la falta de sincronización que hay entre el Gobierno y el Senado. En este caso, no es tan largo el olvido.