Los docentes porteños nucleados en UTE, Ademys y Sadop comenzarán mañana el último paro del año en reclamo de mejoras en la propuesta salarial que efectuó el gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Los maestros convocaron a una nueva huelga por 48 horas para exigir que se incorporen al salario básico las cuatro cuotas mensuales de 110 pesos –no remunerativas y no bonificables– que otorgó la administración de Mauricio Macri, además de insistir en la restitución de las becas y los kits de útiles, la mejora en la comida de los comedores escolares, la libre opción de la obra social y una mayor inversión en infraestructura. Desde el Ejecutivo porteño se reiteró que “no hay plata” para aumentos destinados a los maestros.

Al finalizar este miércoles la última jornada del paro, llegarán a trece los días sin clases como resultado del conflicto entre Macri y los docentes. El viernes pasado, los tres sindicatos concluyeron una semana de vigilia frente a la sede de la Jefatura de Gobierno y anunciaron que, después de esta medida de fuerza, seguirán las acciones en escuelas y barrios. Para cerrar las 48 horas de huelga, los gremios convocaron a una movilización hasta Avenida de Mayo y Bolívar, a la que se sumarán trabajadores de los hospitales públicos, que también pararán este miércoles, en rechazo al cierre y traslado de centros de salud de la Capital.

El secretario general de UTE-Ctera, Francisco “Tito” Nenna, aseguró que “recibieron cientos de denuncias de padres por falta de agua, comedores, infraestructura en las escuelas y viandas de bajas calorías y sin proteínas que le sirven diariamente a sus hijos”. El dirigente le respondió, además, al jefe de Gobierno, quien acusó a los sindicatos por el carácter “político” de los reclamos. “Sí, es cierto, es político. Es contra la política perversa que tiene (Macri), que nunca asistió a una escuela pública y no conoce ni le interesa lo que es sostener la educación estatal”, replicó Nenna.

Desde el gobierno porteño fue el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, quien reiteró la “voluntad de diálogo” con los maestros, aunque insistió en que para este año “no hay plata” que sustente eventuales aumentos. “La voluntad de diálogo la hemos tenido siempre y la seguimos teniendo. Así que ojalá podamos hacer algo para parar la huelga, porque que los chicos pierdan días de clases es un crimen”, sostuvo Rodríguez Larreta. Y advirtió que a los maestros que se adhieran a las medidas de fuerza “se les descontarán de sus haberes los días de paro”. Además, el funcionario recordó el aumento salarial otorgado a los docentes a principios del 2008, que fue del 24 por ciento, “mayor al que se otorgó a nivel nacional, del 19,5”.