Lunes, 17 de noviembre de 2008 | Hoy
EL PAíS › “PROACTIVO, DINáMICO, POSITIVO Y DILIGENTE”
El sábado comenzó la inscripción para la nueva fuerza de seguridad porteña. Los futuros 1140 cadetes realizarán su instrucción en las instalaciones que antes pertenecieron al Club Deportivo Español.
Por Gustavo Veiga
El sueño de la policía propia comenzó a materializarse el último sábado con la inscripción de los aspirantes en la página oficial del gobierno porteño. “Proactivo, dinámico, positivo y diligente” es el perfil de uniformado que busca Mauricio Macri, asesorado por un grupo de ex comisarios, agentes de la SIDE y hasta un espía francés, como informó PáginaI12 en su edición del lunes 10. La oferta inicial de un sueldo de 3000 pesos, sin la obligación de hacer horas extra, ya generó preocupación en la cúpula de la Bonaerense, en cuya fuerza el salario ronda los 2000 pesos. Se teme un éxodo de efectivos desde la provincia a la Capital. La primera camada que egrese a fines de 2009 realizará sus nueve meses de instrucción en instalaciones que pertenecieron al Club Deportivo Español. En un predio de 14 hectáreas y media que ahora comparten por mitades la institución y el gobierno de la ciudad, se alojarán de lunes a sábado los 1140 cadetes de la promoción inicial.
El diputado porteño del PRO Martín Borrelli, uno de los más entusiastas defensores de la nueva policía porteña, considera que el modelo a imitar debería ser el francés. En su página de Internet sostiene que se buscará “una policía de proximidad, con agentes involucrados con la comunidad que puedan monitorear no sólo la prevención del delito, sino también cuestiones sociales...” A eso llama carencias en determinados barrios o irregularidades en la vía pública y en comercios.
Partidario de ciertos mecanismos de control social, como la reglamentación de los cuidacoches, Borrelli es uno de los políticos macristas más interesados en el tema. Su pensamiento está emparentado con algunas de las acciones que se plantea la fuerza, como ampliar la actual red de cámaras de seguridad que tiene la ciudad, que se vincularía en el futuro con otras redes públicas y privadas. “Este sistema, operado por el centro único de comando y control, será una de las herramientas principales para la prevención del delito.” Cualquier semejanza con un estadio de fútbol vigilado por expertos es pura coincidencia. La ciudad ahora se transformará en una maqueta gigante en la lucha contra delincuentes y contraventores.
El plan del Ministerio de Seguridad y Justicia que conduce el ex magistrado Guillermo Montenegro pretende dotar a la policía porteña de móviles con más cámaras de seguridad y GPs. Precisamente, es esa cartera la que recibió de la Corporación del Sur, un organismo dependiente de la ciudad, las hectáreas del ahora llamado Social Español que, hasta la quiebra del club, en 1999, era conocido como el Deportivo Español.
Luis Tarrío Gómez, vicepresidente 1º del club, aclaró que las hectáreas cedidas dividieron las instalaciones en “un cincuenta y cincuenta por ciento, de las cuales nosotros perdimos el gimnasio, el quincho grande, la pileta y los vestuarios. Del arco de ingreso al club, hacia la izquierda, estará la escuela de policía. Hacia la derecha quedaremos nosotros con el estadio que tiene capacidad para 34 mil personas, tres canchas auxiliares y otras instalaciones”. El dirigente firmó el convenio con Montenegro hace unos meses y obtuvo la cesión por diez años, con opción a otros diez más, de la infraestructura indispensable para seguir funcionando como un club.
En las hectáreas vecinas todavía no se iniciaron las obras, que seguramente comenzarán por un paredón que partirá en dos al predio. La administración Macri tiene previsto levantar ahí “un polígono de tiro y un arsenal con modernas medidas de seguridad, un laboratorio, un parque de entrenamiento físico y un sector destinado a realizar maniobras de entrenamiento que simulen situaciones reales de la vida cotidiana”. Y además –aclara– construirá “un espacio de entrenamiento virtual de última generación”.
El Instituto de la Seguridad Pública, como se lo llamará, contará con “24 aulas de estudio, un aula magna y un micro cine que ocupan más de 5600 metros cuadrados”. A los aspirantes de entre 18 y 30 años que conseguirán trabajo rápido y mejor remunerado que en otras fuerzas (incluida la Policía Federal), se los intenta seducir también con el mobiliario de “una cama, un escritorio, una biblioteca y un armario para guardar objetos personales”, como asimismo un “salón de usos múltiples (SUM) de 1900 metros cuadrados...”
En la Bonaerense, un policía que recién comienza no supera los 2000 pesos de sueldo. Para elevar sus ingresos, necesita realizar adicionales que se dividen en tres categorías: la custodia de camiones de caudales, por ejemplo, se paga a razón de 14 pesos la hora; la de bancos unos 12 pesos y los partidos de fútbol, actos al aire libre o recitales, apenas 10. Con una cantidad suficiente de estas extra –que pueden llevar la jornada de un uniformado hasta las 15 horas o más– podría igualar la remuneración que de movida percibirán los efectivos de la policía porteña. Es decir, los 3000 pesos que ya anunciaron Macri y Montenegro.
En la provincia que gobierna Daniel Scioli tampoco resultan atractivas las llamadas horas Cores (Compensación de Recargo de Servicio) que durante años se pagaron muy bajo, a razón de 6,85 pesos cada una. Estas son las que un policía realiza en la seccional correspondiente a pedido del comisario y cuando no puede completarse una dotación mínima. En la actualidad, tampoco se pueden realizar más de 120 Cores al mes.
La distancia que existe entre los anuncios de Macri y Montenegro y esta realidad de la Bonaerense provocó malestar en el Ministerio de Seguridad que conduce Carlos Stornelli. “El enojo se percibe en los pasillos de la Jefatura”, le dijo a este diario una fuente que se desempeña en el edificio de la ciudad de La Plata. La política de Scioli y el ex fiscal significó devolverle a la policía el poder que le había quitado el ex ministro de Seguridad, León Arslanian. Pero en la grilla salarial, el gobierno porteño está varios escalones por encima.
Así como los docentes porteños denunciaron en pleno conflicto con el Ejecutivo que, si cruzaran el Riachuelo para dar clases en el Gran Buenos Aires, recibirían una mejora sustancial en sus haberes, con la policía sucedería al revés. Macri, según el dirigente sindical Francisco “Tito” Nenna, de UTE-Ctera, paga “1800 pesos por dos cargos docentes”. A los futuros policías les abonará un cuarenta por ciento más. El dato indica cuál es su prioridad. Para los maestros no había plata, para su nueva criatura sobra.
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