La Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano continúa tomada por los estudiantes, en defensa de la identidad de la institución y contra los cambios que promueve el gobierno porteño. A punto de cumplirse dos meses de la ocupación, los alumnos pasaron Navidad y Año Nuevo en el edificio de Barracas, acompañados por sus familias y a la espera de que su reclamo judicial se resuelva en los primeros días de febrero. El Ministerio de Educación porteño se mantiene en silencio sobre el conflicto, mientras avanza la inscripción para la nueva institución –el ISMA–, que reunirá a las doce escuelas de artes de la Capital.

Los alumnos y los docentes de la Manuel Belgrano pretenden que la centenaria escuela sea transformada en un profesorado. En cambio, el gobierno macrista planea dejarla como un bachillerato con especialización técnica. La noche del 10 de noviembre los estudiantes decidieron quedarse en el establecimiento educativo. Y desde entonces siguen ahí, aún ahora, en vacaciones: “Parece que están jugando a la nada. No aparece nadie del gobierno desde Navidad, cuando vinieron dos mujeres y una se presentó como la directora de Escuelas Medias, pero admitió que tenía que interiorizarse sobre el tema. No volvió más”, contó a Página/12 Cecilia Graib, estudiante de la escuela de bellas artes.

Asesorados legalmente, los estudiantes presentaron un pedido de amparo y una semana antes de las Fiestas lograron que el Poder Judicial les otorgara una medida precautelar. El gobierno de la ciudad deberá entregar los primeros cinco días hábiles de febrero (tras la feria judicial) un informe en el que demuestre “que está garantizado el presupuesto para el Instituto Superior Metropolitano de Artes (ISMA) y que se respeta la identidad de las escuelas que lo integrarán”, explicó Graib. Este diario se comunicó ayer con voceros de la cartera educativa que conduce Mariano Narodowski, pero no obtuvo respuestas sobre el conflicto.

Cuando la Ley Federal de Educación sancionada durante el gobierno de Carlos Menem municipalizó todos los establecimientos educativos de la ciudad, los terciarios y secundarios que otorgaban títulos nacionales debieron acomodarse a la nueva normativa. La Belgrano emitía el título de maestro nacional de dibujo y, a partir de aquella norma, se vio beneficiada con una prórroga de la habilitación del título. Durante diez años se le fue extendiendo el beneficio, sin que ninguno de los sucesivos gobiernos del distrito solucionaran la cuestión de fondo. Hasta que el desembarco de la administración de Mauricio Macri cortó la posibilidad de continuar con la emisión de los títulos y determinó la creación del ISMA, que absorberá a la Belgrano.

Desde que los alumnos tomaron la escuela, hace casi dos meses, recibieron el apoyo de personalidades de la cultura, como los escritores Osvaldo Bayer y Juan Sasturain, o el actor y director teatral Norman Briski, entre otros. “Hasta ahora los funcionarios solamente mostraron intenciones, o al menos las verbalizaron. Pero después fue puro ninguneo de su parte”, aseguró uno de los alumnos que participan de la ocupación. “Si incluso se firmaron acuerdos en los que las autoridades se comprometían a mantener la identidad de la escuela –dijo Graib–. También presentamos un plan de estudios, pero todo terminó en la situación en la que nos encontramos hoy: con la medida precautelar y realizando la inscripción simbólica para el año que viene.”