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Por Elio Brat
Desde Neuquén

Más de siete mil personas volvieron a reclamar por las calles de Neuquén la libertad inmediata de cuatro dirigentes de la CTA y el cese de la persecución a otros siete trabajadores estatales, acusados todos de haber golpeado y coaccionado a funcionarios de la obra social provincial durante una manifestación realizada hace quince días atrás. El juez Alfredo Velazco Copello debe resolver hoy la situación de los encarcelados Julio Durval Fuentes, Horacio Fernández, Hilda Locatti y Miguel Peralta. Según pudo averiguar Página/12, el juez mantiene la acusación de que existió “coacción agravada” en el hecho, aunque puede llegar a liberar este fin de semana a la mayoría de los detenidos por considerarlos “partícipes secundarios” de los sucesos. El caso mantiene con total vigencia –no hay que olvidar las múltiples manifestaciones de descontento que se dan a lo largo de todo el país– la denuncia que sectores sindicales hacen desde hace tiempo sobre la judicialización de las protestas sociales en la Argentina.
La multitud –pocas veces vista en esta ciudad y mucho más si se toma en cuenta la época del año– caminó bajo un sol implacable y un termómetro que al mediodía de ayer superaba los 31 grados centígrados. Por delante de una columna que llego a ocupar unas ocho cuadras de largo, se ubicaron los diputados nacionales Ariel Basteiro del ARI y los justicialistas Franco Caviglia y Tom Romero. También llegaron especialmente a Neuquén para participar de la marcha los secretarios generales de ATE en Córdoba, Jujuy, San Juan, San Luis, Mendoza, Chubut y Capital, a cuyo lado se ubicó la secretaria general de la Ctera, la neuquina Marta Maffei. Todos fueron oradores en el acto que se realizó en la esquina misma de la Casa de Gobierno que ocupa el mandatario Jorge Omar Sobisch.
Aunque la sentencia en primera instancia todavía puede cambiar, todo indica que el juez Velazco Copello liberaría a Fuentes, Fernández y Locatti –aunque procesándolos como “partícipes secundarios” –, manteniendo en prisión al cuarto dirigente, Miguel Peralta, quien puede llegar a ser sindicado, por algunos testimonios que lo incriminan, como autor principal de la agresión que sufrió el administrador de la obra social Gerardo Hettinger. Peralta está detenido en su pueblo, Senillosa, lugar donde trabaja haciendo mantenimiento en el hospital público de esa ciudad.
El hoy diputado nacional Ariel Basteiro, a quien como dirigente de los trabajadores aeronáuticos se lo encarceló el año pasado durante una protesta que se realizó en el aeropuerto de Ezeiza, dijo a Página/12 que “la libertad de los cuatro compañeros neuquinos debe ser inmediata, porque es impensable que ellos estén presos y haya tanto ladrón y tanto corrupto suelto en las calles de nuestro país”. El dirigente de APLA también confirmo que “en marzo puedo ir a juicio con otros compañeros por haber pedido el pago de salarios atrasados para los trabajadores de Aerolíneas (Argentinas). Eso, al igual que lo que pasa aquí en Neuquén, es una total injusticia que el pueblo debe rechazar en las calles como se hace en esta provincia”.