La primera sede de entrenamiento y perfeccionamiento de Interpol por fuera de su casa central en Lyon, Francia, funciona desde ayer en el corazón de Buenos Aires. El anuncio lo realizó el ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Aníbal Fernández, luego de entrevistarse con el secretario general de la organización internacional de policías, el abogado estadounidense Ronald Kenneth Noble. El espacio de capacitación para los agentes de la región sudamericana funcionará en el predio de Palermo donde trabaja la policía montada y donde tiene su sede desde hace quince años la propia oficina subregional de Interpol.

“Es muy positivo. La sociedad suele quejarse por la falta de capacitación de la policía. Tener una sede en el país no significa que el funcionamiento va a pasar a ser óptimo en dos días, pero es imprescindible para que los agentes se perfeccionen y cometan menos errores”, celebró una alta fuente local de Interpol, en diálogo con este diario. “Además no sólo se van a formar policías argentinos, sino de toda la región, enfocados especialmente a los delitos comunes que afectan a los países sudamericanos, tales como el narcotráfico, la trata de personas, la pornografía, el terrorismo y la fuga de delincuentes de un país a otro.”

Interpol tiene desde hace dos décadas oficinas subregionales, suerte de sucursales de la secretaría general que funciona en Lyon, Francia. Desde cada una de esas sedes se coordinan las actividades de distintas regiones del mundo. La instrumentación de la oficina subregional en Buenos Aires se comenzó a gestar poco después del retorno de la democracia y se concretó en 1995. Trabaja en coordinación con las fuerzas de seguridad federales de todos los países de Sudamérica.

En 2006 la oficina porteña y la secretaría general comenzaron a analizar la posibilidad de crear una sede de entrenamiento y perfeccionamiento permanente en Buenos Aires, que finalmente se concretó ayer. Las tareas de capacitación de policías sudamericanos, que hasta el momento se desarrollaban por lo general en países de Europa y sólo por excepción en la región, pasarán a realizarse ahora en Buenos Aires, aunque no necesariamente correrán por cuenta de policías argentinos, sino de los especialistas que Interpol posee en distintas temáticas.

El ministro Aníbal Fernández agradeció lo que calificó como una “distinción” por parte de Interpol y destacó el hecho de que la sede de Argentina será la primera fuera de Lyon, donde funciona desde 1923. “Estamos trabajando para tener en Argentina un edificio donde se pueda capacitar y hacer las reuniones regionales de Interpol, fundamentalmente en temas que nos importan como terrorismo, narcotráfico y trata de personas”, explicó Fernández a la prensa, tras la reunión con el abogado Noble, un ex oficial del Departamento del Tesoro y especialista en delitos económicos que ocupa el cargo de secretario general de Interpol desde el año 2000.

El ministro también se refirió al “trabajo conjunto” que llevaron adelante con Interpol y aseguró que “los resultados fueron altamente positivos”. Además de Noble y Fernández, también participó del encuentro en la sede de la cartera de Justicia el jefe de la Policía Federal, comisario general Néstor Valleca.

“La nueva sede permitirá aprovechar mejor a quienes se encargan de la capacitación, acortar distancias con los policías de la región y achicar costos de perfeccionamiento”, explicó ayer la fuente de Interpol.

–¿Es una distinción a qué méritos en particular? –preguntó Página/12.

–Es un premio a las últimas detenciones, pero también a la organización política y policial de la Argentina, que las hicieron posibles. Que en 1995 la secretaría general haya elegido a Argentina para su sede subregional y ahora para su sede de entrenamiento es un reconocimiento.