La decisión política es la misma en todo el país, pero la obsesión es la provincia de Buenos Aires. Desde la quinta de Olivos, Néstor Kirchner promueve y controla lo que definió como eje de la política del gobierno de Cristina Fernández en esta etapa: “gestión”. Junto al ministro del Interior, Florencio Randazzo, y el secretario de Obras Públicas, José López, el presidente del PJ busca eliminar todas la “trabas burocráticas” para facilitarles a los intendentes peronistas la conclusión de las obras pendientes en cada distrito. Kirchner afirma en sus charlas con los jefes comunales que el trabajo que genera la obra pública será el mejor antídoto para enfrentar la crisis internacional y que las obras inauguradas se convertirán en la mejor campaña electoral del oficialismo.

Randazzo y López se encargan de convocar a los intendentes y de repasar el estado de obras públicas que se llevan adelante en cada municipio. Luego, Kirchner se suma a la charla y arenga políticamente a los jefes comunales. El ex presidente insiste ahí en la necesidad de agilizar las gestiones municipales como principal trabajo político de los intendentes peronistas. Las quejas sobre los problemas burocráticos que deben enfrentar para culminar las obras pendientes llevaron a Kirchner a promover la descentralización de la ejecución y poner en manos de los propios intendentes la conclusión de las mismas.

Las reuniones comenzaron con el nuevo año. Aunque la idea es desarrollarlas con los intendentes del PJ en las comunas de todo el país, la prioridad está puesta ahora en la provincia de Buenos Aires, donde el oficialismo se jugará gran parte de su futuro en las elecciones legislativas. Las promesas de soluciones que se llevan los caciques territoriales están elevando la moral de la tropa kirchnerista: la mayoría pronostica una excelente elección provincial, especialmente en el conurbano. Quienes participaron de las reuniones afirman que “no se habló de candidaturas”, aunque nadie descarta todavía que el propio Néstor Kirchner encabece la boleta del PJ en la provincia.

El lunes pasaron por Olivos los intendentes de San Nicolás, Marcelo Carignani; de Presidente Perón, Alfonso Regueiro; de Balcarse, José Luis Pérez; y de Lobos, Gustavo Sobrero. El ministro Randazzo y el secretario López encabezaron la reunión y, tras repasar la agenda de obras pendientes en cada distrito, y las que se sumarían con el paquete que anunció el Gobierno –para generar empleos como parte de las medidas anticrisis–, volvió a sumarse Kirchner. El intendente nicoleño fue uno de los más satisfechos después del encuentro. Las obras pendientes en su distrito incluyen 300 viviendas, 70 cuadras de asfalto y la extensión de las redes de gas y cloacas. Todas estarían inauguradas antes de octubre.