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Luego de sufrir un pico de presión en una zona rural, Nicolasa Jaime fue transportada de urgencia en una camioneta a Tartagal. A 8 kilómetros de llegar a la ciudad, un grupo de desocupados que mantenía cortada la ruta 34 le impidió pasar y, luego de dos horas de espera, la mujer debió ser trasladada a la ciudad de Orán, que queda a más de 100 kilómetros del piquete. Poco después de llegar, la mujer murió de un paro cardíaco. “Todavía no entendemos bien qué pasó, nosotros dejamos pasar a las urgencias médicas, y además no cortamos los caminos laterales”, se defendió ayer confusamente Carlos Fernández, dirigente de los desocupados.
Jaime sufrió un pico de presión en la finca Sopota, a unos 100 kilómetros de Tartagal. Los dos hijos de la mujer la subieron en una camioneta y salieron de urgencia a la ciudad, pero en el kilómetro 95 se encontraron con que la ruta estaba interrumpida por integrantes de la Agrupación de Trabajadores Desocupados. Los piqueteros reclamaban el 50 por ciento de los puestos de trabajo que generará la construcción de un gasoducto de la empresa Refinor. El conflicto surgió cuando las autoridades de la ciudad vecina, General Mosconi, anunciaron que esperaban quedarse con el 90 por ciento de las vacantes. “Acá nos estamos muriendo de hambre y, desde que YPF se privatizó, la empresa prácticamente no invierte nada. Encima, ahora los de Mosconi se quieren quedar con casi todos los trabajos”, afirmó Fernández a Página/12. El dirigente, enfrentado con Pipino Fernández –dirigente de la Unión de Trabajadores Desocupados de Mosconi–, agregó: “Tuvimos que ser muy estrictos con el tema de dejar pasar a la gente, porque acá es como si no existiéramos, podemos estar 15 o 20 días y nadie se entera”.
Luego de recibir la negativa de los piqueteros, la camioneta se dirigió a la ciudad vecina de General Mosconi, que cuenta con un hospital más modesto que el de Tartagal. Los médicos revisaron a la paciente, le diagnosticaron un accidente cerebro vascular en curso y ordenaron trasladarla a un centro médico con unidad de terapia intensiva. Entonces los problemas se agravaron, porque la única ambulancia de la ciudad se encontraba varada al otro lado del piquete.
Aunque el hecho todavía no está aclarado, los familiares de Jaime aseguran que los piqueteros se negaron a dejar pasar al vehículo vacío. “Yo no estaba en ese momento en el corte, pero nosotros dejamos pasar las ambulancias y las emergencias médicas”, contestó ayer Fernández.
Los médicos decidieron recurrir a la unidad de traslado que se encontraba en la localidad de Ballivian, a unos pocos kilómetros del lugar, y luego de cargar a la paciente, se dirigieron de urgencia a Orán. La mujer llegó con vida al hospital San Vicente de Paul, pero alrededor de las 19.30 sufrió un paro cardíaco, del que logró ser reanimada por el personal de guardia. Sin embargo, falleció una hora y media más tarde. Luego de que se conocieron los hechos, el secretario del Servicio de Salud de Salta, Roque Mascarello, calificó a los manifestantes de “forajidos y marginales de la ley”, y aseguró que “hay que ponerles límites porque no se puede vivir en la anarquía total”. Según la versión de los piqueteros, la ambulancia podría haber utilizado los caminos laterales a la ruta 34, que no estaban cortados. Gendarmería Nacional confirmó a este diario que esas vías estaban liberadas, pero afirmó que en general son senderos precarios no apropiados para una ambulancia. El piquete se levantó a las 14.20 luego de una negociación entre los intendentes y los dirigentes piqueteros de Tartagal y Mosconi.
Informe: Alejandro Gaggero.