Gualeguaychú volvió a tener un día de zozobra por la aparición de una enorme mancha blancuzca de unos diez kilómetros de largo sobre el río Uruguay. La respuesta del gobierno uruguayo fue decir rápidamente que se trataba de “algas”, lo que provocó estupor entre las autoridades entrerrianas, que consideraron a la mancha como algo “indignante” y la atribuyeron a la pastera Botnia. La presidenta Cristina Fernández envió al ministro Aníbal Fernández a sobrevolar personalmente la zona para “garantizar” la recolección de muestras de la mancha. Y en lo que parece una nueva escalada en el conflicto con Uruguay, el ex gobernador Jorge Busti le reclamó a Tabaré Vázquez el cierre de Botnia.

Según la información oficial, la mancha apareció durante la mañana a orillas del río Uruguay, a la altura de la ciudad de Fray Bentos, en donde está la papelera finlandesa. La descubrieron los tripulantes del remolcador Veromar frente al muelle de la pastera y, durante el día, la extensión se mantuvo en unos diez kilómetros de largo. Luego de desplazarse por el centro del canal, la mancha de entre 50 y 300 metros de ancho entró finalmente en aguas de jurisdicción argentina.

El episodio fue ganando críticas y despertando polémica a medida que pasaron las horas. Bien temprano, un equipo de vigilancia de Gualeguaychú y de Prefectura Nacional tomó las primeras muestras. Allí determinaron que se trataba de una sustancia blancuzca, con tonos amarillos y verdes mezclados en el agua.

“Creo que lo más preocupante no es tanto la magnitud de los diez kilómetros o la coloración, sino que las autoridades de Medio Ambiente de Uruguay han salido a tratar de decir que sólo son algas”, dijo a Página/12 un indignado Martín Piaggio, subsecretario de Salud de Gualeguaychú. “Eso es vergonzoso e irresponsable porque a lo mejor el ministro (de Medio Ambiente de Uruguay, Carlos Colacce) se imaginó esa situación mirando el río desde Montevideo, pero lo que decimos nosotros lo decimos por haberlo visto acá.”

Consultado por la televisión argentina, Colacce dijo exactamente que la mancha “no tiene nada que ver” con la pastera. El tono del río “es totalmente normal –dijo–, una floración algal”.

Para los argentinos, la floración algal no es tal. Desde hace años el río está lleno de algas, de sur a norte, y eso –según Piaggio– es producto del alto contenido de fósforo y de nitrógeno que se viene desprendiendo del uso de fertilizantes e insecticidas de la producción sojera. También las sustancias químicas de Botnia contribuyen en ese proceso, pero “ése es otro tema”, insistió el funcionario. “La principal sospecha ahora es que la mancha esté originada en alguna de las sustancias químicas de la planta.”

Tras una comunicación telefónica con el canciller Jorge Taiana y el secretario de Medio Ambiente de la Nación, Homero Bibiloni, el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, sobrevoló temprano el área con un helicóptero. “Respondieron los mecanismos preventivos –dijo–. Estamos alertas ante el resultado de evaluaciones técnicas que se hagan sobre la mancha química derramada en el río.” El viaje lo hizo con el intendente de Gualeguaychú, Juan José Bahillo.

Hace una semana la ciudad se había despertado con una profusión de olores que generó picazón en la garganta y la nariz de los pobladores. A partir de ese incidente se abrió una causa judicial. Esas pruebas, junto a estos nuevos elementos, podrían servir para “agregar información” a los antecedentes que el Gobierno ya tiene en manos para presentar ante la Corte Internacional de La Haya en el litigio contra Uruguay, según adelantó Bahillo.

El jefe de Gabinete, Sergio Ma-ssa, anticipó que el gobierno nacional tomará medidas si se comprueba que la mancha aparecida frente a la pastera Botnia es nociva. Además, convocó a una reunión para mañana: “El ministro Fernández sobrevoló la zona, se contactó con el gobierno provincial para que tome constancias notariales, se pidieron filmaciones y fotos satelitales para supervisar el desarrollo y se pidieron análisis que estarán disponibles mañana” (por hoy).