Desde Madrid

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner llegó ayer al mediodía a Madrid y se refugió en el imponente y bien calefaccionado Palacio de El Pardo, mientras en el extenso campo con bosques que lo rodea el mercurio del termómetro llegaba con esfuerzo a los 4 grados. Allí repasó los últimos detalles de la cargada agenda que tendrá hoy y que incluye la reunión con el jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y dos encuentros con los reyes Juan Carlos y Sofía, que, por tratarse de una visita de Estado, también son sus anfitriones (ver aparte). El dato saliente de la jornada fue una reunión entre los ministros de Trabajo, Carlos Tomada, y de Planificación, Julio De Vido, con los dirigentes de la UIA y la CGT. Allí, además de las charlas informales sobre la situación salarial, se habló de conformar en Argentina un Consejo Económico y Social como el español y también se conoció la decisión de la Presidenta de enviar al Congreso, cuando comiencen las sesiones ordinarias, un proyecto de ley de Aseguradoras de Riesgo de Trabajo (ART).

Antes de que despegara de Ezeiza el avión de Aerolíneas que llevó a los funcionarios argentinos a España, la Presidenta fue al sector donde estaban charlando el ministro Tomada, con Hugo Moyano y Juan Carlos Lascurain, invitados al viaje por el Gobierno. Después de saludar a cada uno, CFK se detuvo a escuchar a Moyano, que le contó que acababa de piropear a las azafatas: “Les dije que Marsans destruyó todo en Aerolíneas, pero no pudo con la belleza de sus trabajadoras”. “No te hagas el vivo con las chicas”, fingió reprenderlo la Presidenta. En ese momento, como si se tratara de un ajustado guión de comedia sonó el celular del gremialista y del otro lado de la línea estaba su esposa. Cristina Fernández le pidió el teléfono: “Hola, Liliana. Acá estoy, cuidando a tu marido que se quiere hacer el vivo con las azafatas”. Todos rieron y después de algunas bromas sobre las explicaciones que deberá dar el jefe de la CGT cuando regrese a casa, la Presidenta hizo una alusión, también chistosa, a que en esos asientos se estaba tejiendo el pacto social.

La anécdota, contada por varios testigos, refleja la importancia que le da el Gobierno a un entendimiento entre empresarios y sindicalistas. No casualmente fueron invitados a Madrid, no casualmente fue a saludar la Presidenta, no casualmente estaba allí Tomada y no casualmente se sumaron después a la ronda De Vido, y el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini.

Hoy a las 16, Tomada, junto a los dirigentes de la CGT Moyano, Antonio Caló y Omar Viviani, y los directivos de la UIA, Lascurain e Ignacio De Mendiguren visitarán el Consejo Económico y Social de España, integrado por el gobierno, empresarios y centrales sindicales. La idea es que los españoles trasmitan su experiencia en este tipo de consensos, sobre todo en esta situación de crisis que están viviendo, con la esperanza de poder trasladar el modelo a la Argentina. Luego irán juntos a dejar una ofrenda floral en el monumento a Juan Domingo Perón, incluso De Mendiguren que no es peronista.

Aquella charla en el avión continuó anoche en un salón del hotel Intercontinental con la presencia de De Vido, Tomada, los sindicalistas y los industriales. Duró más de una hora y juran que no hablaron de temas salariales, aunque Página/12 pudo saber que hubo simpáticos cruces de chicanas sobre cuál debería ser el piso para los aumentos en el 2009. Moyano decía que estaba bien el 19,5 por ciento que acordaron los gremios aeronáuticos actuando una confusión, ya que el acuerdo fue el que quedaba pendiente de 2008. Y De Mendiguren le bajaba el porcentaje a la mitad.

Pero fuera de este tipo de comentarios informales, lo cierto es que los empresarios sostienen que la prioridad es la preservación de los puestos de trabajo, más que los aumentos y los sindicalistas ponen a ambos temas en un solo plano de importancia. Otro tema de la charla fue la posibilidad de crear en la Argentina una institución similar al Consejo Económico y Social español, con representación tripartita. Esbozaron la idea y quedaron en observar hoy la experiencia española, juntarse a cenar luego y seguir hablando en Buenos Aires.

Durante el encuentro, Tomada les transmitió a los empresarios y sindicalistas la intención de CFK de enviar al Congreso Nacional, ni bien comience el período de sesiones ordinarias, un proyecto de ley de ART. Como se sabe, un fallo judicial declaró la inconstitucionalidad de determinados artículos de la ley vigente, por lo que el Gobierno viene intentando desarrollar un proyecto con la colaboración de la CGT y la UIA, en un área sensible donde se cruzan diversos intereses. La idea del Ejecutivo es, además, crear una ART estatal. Según fuentes que participaron de la reunión, “hay un aceptable consenso” entre las partes sobre los diferentes puntos que debería contemplar una nueva la ley.