Mauricio Macri salió a mostrarse otra vez como el artífice del acuerdo electoral con Francisco de Narváez y Felipe Solá, y como el dirigente que toma las decisiones. El jefe de Gobierno confirmó ayer a varios de sus candidatos a legisladores porteños y aseguró que el PRO tendrá un “rol activo” en la provincia de Buenos Aires, donde –aseguró– Jorge Macri tendrá un lugar en la boleta, a pesar de las tensiones que su primo generó con sus socios políticos y en medio de la pulseada con éstos por el armado de la lista de candidatos bonaerenses.

Aunque había decidido hacer pública la lista de candidatos porteños y bonaerenses después de Semana Santa, Macri mostró ayer algunas de sus cartas para las elecciones del 28 de junio. A pesar de que todavía no está saldada la disputa con De Narváez y Solá por la composición y los lugares de la boleta común en la provincia, Mauricio le aseguró un lugar a su pariente en el intercalado de candidatos. De Narváez y Solá consideran que deben ser representantes de su sector quienes ocupen las candidaturas expectantes, mientras el jefe de Gobierno aspira a ocupar cinco puestos para los propios en los primeros doce lugares de lista.

Así, Jorge Macri volverá al redil orgánico del PRO, después de resistir la alianza con De Narváez y su distanciamiento de la conducción partidaria provincial que de-sencadenó la intervención del distrito, en circunstancias nunca del todo aclaradas. Una decisión que también apunta a ahuyentar los fantasmas que le adjudicaban a su primo el armado de una lista paralela del macrismo rebelde en territorio bonaerense. Sin embargo, todavía no se sabe cómo reaccionará el empresario multimedia, que ya había pensado que con el alejamiento del primo Jorge ya había sorteado el principal escollo para un acuerdo duradero con Mauricio.

El jefe de Gobierno dijo que los actuales diputados nacionales Federico Pinedo y Esteban Bullrich serán candidatos a legisladores porteños, además de Oscar Moscariello, aunque no quiso decir qué orden tendrá cada uno en la boleta del PRO. En un alarde de humor, Macri aclaró que con la candidatura de “Bullrich” se refería a Esteban y no a Patricia. “Esa está bien donde está”, agregó, en referencia a la diputada de la Coalición Cívica.

Pero la ratificación de algunas candidaturas en la ciudad muestra que Macri no tiene una oferta tan amplia como la que prometió presentarles a los porteños ni tantos lugares expectantes para sus dirigentes en una elección donde renueva cinco bancas de las trece que están en juego. Pinedo es el actual jefe del bloque macrista en la Cámara de Diputados, donde todavía tiene dos años más de mandato, y uno de los armadores de la estrategia parlamentaria con partidos provinciales afines que podrían ser socios en una futura candidatura presidencial de Macri. Ahora –de la misma forma que Gabriela Michetti dejará trunco su mandato como vicejefa de Gobierno para encabezar la lista diputados– Pinedo abandonará el Congreso para dedicarse a la Legislatura porteña.

En cambio, Esteban Bullrich termina en 2009 su mandato de diputado. Sin embargo, el hombre que le arrebató la conducción partidaria nacional de Recrear a Ricardo López Murphy –después del enojo del Bulldog por el retaceado apoyo de Macri a su candidatura presidencial– para asegurar la continuidad de la alianza con Macri, tendrá que dejar su protagonismo nacional para volver al ruedo capitalino. Habrá que ver después de Semana Santa cómo Macri termina de acomodar todas sus fichas.