La presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su esposo Néstor Kirchner cenaron anoche en un restaurante de la Recoleta con el ex mandatario estadounidense Bill Clinton, quien vino a la Argentina a dar una conferencia invitado por el grupo empresario Werthein. Según pudo saber Página/12, durante la cena hablaron de la crisis mundial, de la recuperación de la economía argentina durante el gobierno de Kirchner y de las próximas elecciones del 28 de junio.

En la mesa principal estaban un extenuado Daniel Scioli (el gobernador venía de recorrer siete ciudades del interior bonaerense y tenía casi 39 grados de fiebre); el jefe de Gabinete, Sergio Massa; el ministro de Planificación, Julio De Vido; los empresarios anfitriones de Clinton, Julio Werthein y sus hijos Gerardo y Adrián, propietarios de la compañía de seguros La Caja, y Ernesto Gutiérrez, de Aeropuertos Argentina 2000. En el resto de las mesas había unos cien invitados más.

Clinton llegó al restaurante La Cabaña, de la calle Posadas, a las diez de la noche en punto. Cinco minutos después entraron Cristina y Néstor Kirchner y se saludaron muy afectuosamente (la besó a ella y le dio un fuerte abrazo a él) y en la mesa se ubicó entre ambos, con la Presidenta a su izquierda y el ex presidente a su derecha.

Durante toda la cena charlaron animadamente y cada tanto se escuchaban carcajadas, mientras pasaban chorizos, mollejas y provoletas como entrada y ojos de bife como plato principal. Los Kirchner tomaron agua, pero Clinton no se privó de un buen tinto argentino.

Uno de los temas centrales fue la crisis mundial y pudo saberse que Clinton y los Kirchner coincidieron en el análisis de sus causas. También el presidente estadounidense dijo al respecto que comenzaba a ver signos de recuperación en la economía de las principales potencias y detalló esas mejoras.

Clinton terminó su segundo y último mandato en 2001 (había asumido en 1993), en forma coincidente con la peor crisis económica de la historia argentina y recordó que entonces recomendó a su sucesor George W. Bush seguir manteniendo un buen vínculo con Argentina, pero aseguró que éste no le hizo caso. Antes, ante empresarios había dicho textualmente: “Hablé para que el gobierno que me sucedió siguiera la misma buena relación con la Argentina, pero no hubo éxito”.

En cambio, resaltó el interés por la región que ve en el actual presidente Barack Obama, que colocó al frente de las relaciones exteriores a su esposa Hillary Clinton.

Los Kirchner muchas veces en conversaciones privadas demostraron la admiración que tienen por lo que fue la gestión de Clinton en Estados Unidos y también alguna vez lo elogiaron en público. Cuando Kirchner terminó su mandato, Clinton le había propuesto dar una serie de conferencias en Estados Unidos invitado por su fundación. En un primer momento la idea lo había entusiasmado, pero los malos momentos que tuvo que afrontar la Presidenta desde la primera semana de su gobierno lo decidieron a quedarse aquí para respaldarla.

Clinton, que llegó el lunes a la noche a Buenos Aires, ayer dio una conferencia para mil invitados especiales en el hotel Hilton de Puerto Madero, con un auditorio integrado por políticos, jueces, diplomáticos, empresarios y académicos. Entre los presentes estaban el ministro de Justicia, Aníbal Fernández; el senador José Pampuro, el miembro de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti, el embajador estadounidense, Eearl Anthony Wayne, y las candidatas a diputadas Nacha Guevara (Frente para la Victoria) y Gabriela Michetti (Unión-PRO).

El ex presidente de Estados Unidos dio la charla –por la que cobró unos 190.000 dólares, según trascendió– como representante de la fundación que preside, la Clinton Global Iniciative. Una de las frases que dejó fue que “la Argentina tiene una gran potencialidad para desarrollarse”. También sobresalió otra referida a la economía mundial: “Lo peor de la crisis parece haber pasado”.

Al avanzar sobre ese tema, Clinton también afirmó que “nuestros países trabajan en conjunto para salir de la crisis”. Y luego señaló: “Lula dijo que la crisis la causaron los rubios de ojos celestes. De alguna forma tuvo razón”. Al explicar su visión de los errores que desataron la crisis le apuntó a la burbuja inmobiliaria, al sostener que “debimos prevenir las ejecuciones hipotecarias y actuar una vez que se iniciaron, pero no lo hicimos”.

Al mediodía, Clinton había almorzado con un selecto grupo de 15 empresarios en un salón del octavo piso del mismo hotel. Además de Julio Werthein y sus hijos Adrián y Gerardo, estuvieron entre ellos Jorge Brito (Banco Macro), Ernesto Gutiérrez (Aeropuertos Argentina 2000), Enrique Eskenazi (Grupo Petersen-YPF), Juan Carlos López Mena (Buquebús), Eduardo Elsztain (IRSA), Eduardo Eurnekian (Aeropuertos Argentina 2000), Hugo Sigman (Elea y Bagó), Gustavo Cinosi (Exposium) y el embajador Wayne.

En el encuentro, Clinton les preguntó a sus interlocutores sobre sus pálpitos respecto de las próximas elecciones legislativas y también expuso sobre la crisis. “Mostró una percepción optimista de los hechos que vienen en el futuro en relación con la crisis económica mundial. Dijo que se están tomando medidas en Estados Unidos y Europa que van a mejorar la situación”, contó Eskenazi luego del almuerzo, que duró una hora y media.

Los asistentes también contaron que Clinton aseguró que le gustaba mucho la Argentina y elogió la tarea que realizó Wayne, quien esta semana dejará Buenos Aires para ocupar un nuevo destino diplomático en Afganistán.