“Si dice que es inocente, que no tiene nada que esconder, ¿qué problema tiene en sentarse ante el juez?”, se preguntó ayer Néstor Kirchner en el marco de otra jornada de fuertes cruces por la negativa del candidato a diputado de Unión-PRO Francisco de Narváez a someterse a un interrogatorio como imputado por parte del juez Federico Faggionatto Márquez en la causa de la efedrina. “No hay obligación jurídica de presentarme ante el juez, la única obligación que tengo, en todo caso, es moral”, opinó ayer De Narváez al confirmar que hoy se amparará en sus fueros como diputado para eludir la citación y que recusará al juez. “Me parece que Kirchner está empezando a sentir el friíto de la derrota por la espalda”, agregó.

Kirchner también contestó a De Narváez, quien calificó de “obscena” la citación a indagatoria para hoy que le hizo el juez. “Obsceno es detener investigaciones judiciales”, afirmó el ex presidente y también candidato a diputado por el Frente para la Victoria en la provincia de Buenos Aires.

De Narváez fue citado para hoy a declaración indagatoria por el juez Faggionatto Márquez en la causa por contrabando de efedrina. El juez consideró que había reunido suficientes elementos de prueba como para imputarlo, incluyendo las llamadas telefónicas desde un celular a nombre de De Narváez al del principal imputado en la causa, Mario Segovia –conocido como “el rey de la efedrina”– y la declaración de dos testigos de identidad reservada que lo señalaron como el financista de una asociación ilícita, según fuentes de Tribunales.

Ayer, Página/12 reveló que el 9 de mayo, cuando aún no había sido citado a declarar ni siquiera en calidad de testigo, De Narváez le envió un correo electrónico a un columnista del diario La Nación, donde le anticipaba que “al señor de Campana (por Faggionatto Márquez) lo recusaremos”, cosa que luego cumplió el abogado Mariano Cúneo Libarona, aunque actuando como defensor de Segovia. En una llamativa coincidencia, Cúneo Libarona es abogado del canal América, propiedad de De Narváez.

Al respecto, Kirchner dijo: “Hay que leer la nota de Página/12 y hacer una profunda investigación porque el problema de la droga nos ha causado mucho daño a los argentinos y si además hay alguien público en ese tema es mucho más grave, la verdad me sentí azorado cuando leí el artículo”.

Kirchner le reprochó a De Narváez, entre otras cosas, ampararse en los fueros parlamentarios. “Si me hubiera pasado a mí, yo estaría declarando ante el juez para aclarar las cosas y esto no quiere decir que De Narváez sea culpable, pero no quiere presentarse y se ampara en los fueros parlamentarios”, señaló en declaraciones a los periodistas durante una caminata a la mañana por San Antonio de Padua. También recordó que “durante 2007 se hicieron denuncias a funcionarios de mi gobierno y yo les pedí la renuncia para que enfrentaran la Justicia”.

“En otras épocas alguna cierta prensa hubiera criticado con dureza a alguien que se ampara en los fueros para no declarar ante la Justicia, pero ahora no lo critican”, afirmó.

Show y debate

De Narváez por su parte aseguró que se presentará a declarar “cuando (la causa) esté administrada por un juez independiente”, porque, agregó, no se va “a dejar arrastrar por un show mediático”. “Indudablemente nos atacan porque representamos la oportunidad para ponerle freno a esta política kirchnerista. Es un montaje para que la elección no sea lo que tiene que ser como un debate de ideas sin ninguna maniobra”, agregó. E invitó a Kirchner a “aceptar el desafío” de debatir con él.

El candidato de Unión-PRO también aseguró que ésta es la primera vez que tiene que afrontar una causa judicial en su contra y volvió a acusar al kirchnerismo de judicializar la campaña electoral. Ayer Kirchner negó otra vez que ésa sea la intención del oficialismo.

El ex presidente le apuntó además al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, socio político de De Narváez. “Al señor Macri, que habla de Justicia independiente, le pido que reflexione y recuerde cuando fue absuelto por la Corte menemista por el contrabando de autos, que tenga memoria y asuma su historia”, expresó.

También dos ministros del gobierno nacional, el de Interior, Florencio Randazzo, y el de Justicia, Aníbal Fernández, salieron a cuestionar a De Narváez, mientras que el secretario general de Gobernación bonaerense y hermano del gobernador, José Scioli, y el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández tomaron distancia de la postura del oficialismo.

Para Randazzo es “un tema gravísimo” que un candidato aparezca “vinculado nada más y nada menos que con el narcotráfico” y opinó que De Narváez “no puede esconderse detrás de una candidatura para no darle explicaciones a la Justicia”.

Su colega Fernández sostuvo, por su parte, que De Narváez tiene que explicar por qué “hay desde su teléfono tres llamadas a un narcotraficante”. Fernández también señaló que no defendería al juez, pero recordó que la Cámara Federal de San Martín “ratificó todo lo actuado por el juez y también el análisis de las llamadas telefónicas”.

En cambio, José Scioli sorprendió al tomar distancia de su hermano Daniel Scioli, quien había acusado de “victimizarse” a De Narváez. “Me parece que esto embarra los comicios, no me parece bueno para la democracia y no es lo que la gente está buscando, que está más preocupada por los temas de salud como la gripe A y la inseguridad”, sostuvo.

Alberto Fernández también se desmarcó de la posición adoptada por el oficialismo, al sostener que la citación del juez Faggionatto Márquez a De Narváez es “innecesaria e inútil”. “Todo esto me suena innecesario, inútil y una mala práctica. Yo he despotricado con este tipo de acciones y operaciones”, afirmó el ex jefe de Gabinete.