El inminente regreso de Elisa Carrió parece agudizar la crisis en la Coalición Cívica. Su socia bonaerense Margarita Stolbizer y la diputada Patricia Bullrich protagonizaron ayer un nuevo cruce en torno de la participación en el diálogo con los partidos políticos convocado por el Gobierno. “Hay algunos que son más papistas que el Papa, quieren quedar bien con Carrió y se pasan de la raya”, retrucó ayer Stolbizer, en clara alusión a “La piba”, una de las integrantes de la Mesa Nacional de la CC, que el domingo emitió un documento ratificando su rechazo a la convocatoria oficial.

Bullrich había encabezado las críticas contra la diputada electa por el Acuerdo Cívico y Social bonaerense, cuando ella decidió no acatar las órdenes de Carrió y concurrir, en su condición de titular del partido GEN, a la Casa Rosada. Esa fue la primera manifestación de las diferencias entre la chaqueña y la bonaerense, que se agudizaron cuando Stolbizer aceptó la invitación del gobernador bonaerense Daniel Scioli.

La líder de Unión por Todos y responsable de la campaña del ACyS en Capital Federal sostuvo ayer que esa actitud de Stolbizer “hiere y lastima la Coalición Cívica”, y opinó que ahora la bonaerense “lo que debería hacer es retractarse o dejar de ir a las próximas reuniones”. De esta manera, Bullrich volvió a tensar la cuerda de la CC, pocos días antes de que Carrió regrese de Estados Unidos. “La posición de la Coalición Cívica es mantenerse en el Congreso y no aceptar el diálogo manipulado y tramposo; no puede una dirigente tomar una posición de querer diferenciarse mediante una reunión con el Gobierno”, advirtió Bullrich en declaraciones radiales.

Stolbizer no tardó en defender su independencia política y le respondió: “Parece que quiere atarme con una cadenita a la pata de una mesa, y eso es parte de la falta de comprensión que está viviendo la Argentina”. La líder bonaerense ratificó su participación en las rondas de diálogo utilizando el mismo argumento que los radicales y los socialistas, integrantes del ACyS. Para la titular del GEN, “el contexto exige grandeza para sentarnos a una mesa. Los problemas nos obligan a no buscar culpables, sino a buscar soluciones. Si la oposición ha concurrido cada vez que nos convocó la Mesa de Enlace, cómo no ir a la convocatoria que hace el Gobierno, aun reconociéndole poca credibilidad y con bajas expectativas”.

Esa fue la respuesta al documento redactado por la Mesa Nacional de la Coalición Cívica (CC) en el que ratificaron su rechazo al diálogo por considerarlo un “simulacro” que “sólo sirvió para que el oficialismo intentara reposicionarse”.

Las diferencias internas ya produjeron algunas consecuencias concretas como la ruptura del bloque de la Coalición en el Parlamento bonaerense. Y pese a que la determinación la tomó el ARI local, Lilita le dio el visto bueno. Ninguna de las partes descartó la posibilidad de repetir esa ruptura en las bancadas de legisladores nacionales, pero esa decisión se resolverá a partir de mañana cuando vuelva Carrió. Hasta tanto Lilita no defina si está dispuesta a cambiar la forma de toma de decisiones dentro del espacio, Stolbizer se encargó de no romper definitivamente la relación con su socia y pidió “preservar la unidad” del frente, ya que allí radica “su fortaleza”. El cambio de opiniones interno “es parte de las tensiones propias de una fuerza que crece. El radicalismo, el socialismo, el GEN hemos ido demostrando crecimiento, que ahora tiene que ser colectivo”, dijo.

Aquel episodio no sólo dividió aguas en el seno de la CC sino que también implicó que el vicepresidente Julio Cobos obtuviera una nueva ventaja sobre Carrió en la pelea por liderar el espacio panradical. En ese contexto, Stolbizer suspendió un encuentro que tenía previsto para esta semana con el vicepresidente. Según fuentes cercanas a la diputada electa, no quiso generar más conflictos en la Coalición y prefirió no darles excusas a sus adversarios internos para que pidan la ruptura. Cobos y Stolbizer, en cambio, se reunirán la semana que viene, una vez que Lilita haya vuelto al país.