Lunes, 14 de septiembre de 2009 | Hoy
EL PAíS › AL CIERRE DE ESTA EDICIóN NO ESTABA CLARO QUIéNES IRíAN A LA SEGUNDA VUELTA EN CORRIENTES
En la madrugada las cifras eran muy parejas y los tres primeros candidatos, los radicales Arturo y Ricardo Colombi y el justicialista Fabián Ríos, aseguraban que iban a la segunda vuelta. La guerra de bocas de urna hacía más difícil el panorama.
Por Sebastian Abrevaya
Desde Corrientes
A partir de las seis de la tarde, Corrientes tenía prácticamente dos gobernadores. Arturo Colombi afirmaba que había sido reelecto porque superaba el 40 por ciento de los votos y le sacaba más de 10 puntos de ventaja a su primo, Ricardo Colombi. En cambio, en el bunker del candidato del radicalismo orgánico se decían ganadores por 5 puntos y anticipaban que en el ballottage del 4 de octubre Encuentro por Corrientes saldría victorioso. El kirchnerista Fabián Ríos insistía en que alcanzaba la segunda vuelta de la mano de su candidato a intendente de la capital, Carlos “Camau” Espínola. Pero cerca de la medianoche el escenario se fue moderando. En el entorno del gobernador reconocían que podía haber una segunda vuelta con Ricardo, quien repetía que sus números lo daban primero. Hasta el cierre de esta edición, los primos Colombi se encontraban en segunda vuelta, en la cual serán decisivos los votos de Ríos, ubicado en el tercer lugar.
De la misma manera que en los días previos se vivió una guerra de encuestas de opinión, después del cierre de la elección comenzó la guerra de boca de urna. Arturo Colombi llegó al Hotel de Turismo a las 18.40. “Esperamos ganar en primera vuelta, los números nuestros dan y vamos a esperar el conteo”, adelantó ante la consulta de la prensa. Con más seguridad, los dirigentes del Frente de Todos sentenciaban: “Eduardo Tassano ya es el intendente electo de la capital” y precisaban que tenía el 38 por ciento de los votos. Según sus cálculos la alianza del gobernador llegaba al 41,6 por ciento, Ricardo Colombi tenía el 30,3 y Fabián Ríos el 28,1. “Esto forma parte de una construcción mucho más grande camino al 2011”, lanzó Arturo luego de decir que había hablado telefónicamente con el vicepresidente Julio Cobos. El gobernador apareció por última vez después de las 8 de la noche y su bunker empezó a vaciarse lentamente.
En el Comité Provincial, los ricardistas se encargaban de desmentir esa información y mostraban un trabajo realizado por Enrique Zuleta Puceiro: Un 38 por ciento de los votos para Ricardo, 33 para Arturo y 28 para Ríos. En la sede radical se transmitía una ansiedad constante. Computadoras chequeando permanentemente los cómputos de la Justicia electoral, radios encendidas y una tele clavada en los canales de noticias. En otro cuarto, el titular de la UCR, Gerardo Morales, junto a dirigentes locales recibía información de sus fiscales para tratar de adelantar un resultado propio. Antes de las 9, Ricardo Colombi abandonó su casa y llegó a la sede partidaria. El ex gobernador no es precisamente una persona expresiva pero su cara no se compadecía con el triunfo que revelaban sus encuestas. “Estamos primeros y hay segunda vuelta con el gobierno”, sentenció nuevamente Ricardo una hora más tarde. Los datos oficiales de las primeras 350 mesas computadas lo daban a él como ganador y a Ríos como segundo. Desde la Casa de Gobierno, los cobistas denunciaban que no se había cargado ninguna mesa de la capital provincial y que lo habían hecho, en cambio con las de las ciudades donde el radicalismo oficial tiene mayoría. Pero además de los cruces en torno de los números, el candidato de Encuentro por Corrientes embistió contra su primo Arturo y denunció que “la censura a los medios no tiene límites”. Según dijo, el gobierno gasta 12 millones de pesos en publicidad. Un poco más tarde, unos 50 simpatizantes agitaban las banderas y cantaban el pegadizo chamamé “Vuelve Ricardo”, descontando que en segunda vuelta vencerían al gobernador.
En el bunker de Ríos la situación era diferente, aunque daban a Espínola como ganador en la capital provincial. Destacaban el viaje sorpresa del gobernador Daniel Scioli para respaldar la buena elección de su “amigo”, Camau Espínola. Recién a las 11 de la noche, en la sede del peronismo aparecieron los tres dirigentes: Ríos, Espínola y Scioli para ofrecer una conferencia de prensa en la que pidieron esperar los resultados oficiales y cuestionaron la actitud de sus competidores, al darse por vencedores a través de boca de urna. El candidato confió que durante la madrugada se revertirían los resultados y gracias a la elección de Espínola podrían colarse en segunda vuelta. A su turno, el gobernador bonaerense le respondió al titular de la UCR: “No es un plebiscito para el kirchnerismo la elección en Corrientes”, dijo Scioli ante las afirmaciones de Morales, quien más temprano había dicho que el kirchnerismo no alcanzaba ni el 30 por ciento de los votos.
A diferencia de los cómputos provinciales, en la capital la tendencia tampoco era contundente. El candidato de Arturo, el cardiólogo Eduardo Tassano, encabezaba las preferencias, seguido de cerca por Espínola y en último lugar el actual intendente, Carlos “El Mono” Vignolo, en representación de Ricardo.
Mientras tanto las cifras oficiales seguían avanzando muy lentamente. Desde el oficialismo provincial adjudicaron esa lentitud a la Justicia electoral que, según dijeron, está “manejada” por Ricardo. Incluso anticiparon que a este paso los números definitivos se conocerían recién el martes.
Cuando el escenario de segunda vuelta se convirtió en el más probable, la expectativa quedó depositada en los votos del senador Ríos. Y aunque la lógica indica que los votos de los opositores tienden a unirse en contra del oficialismo local, el gobernador salió a decir que de producirse el ballottage hay que hablar de “una elección distinta”. “Votaron por Ríos, no votaron en contra”, decían en el entorno del gobernador al tiempo que aclaraban que todos los candidatos estuvieron juntos en 2005. Además, Arturo Colombi remarcó ayer la relación que mantiene con su vicegobernador, Rubén Pruyas, pese a ser el candidato a vice de Ríos. Otro dato que sueltan al pasar en el gobierno provincial es un supuesto intento de la Casa Rosada para que Ríos bajara su candidatura y acompañe a Ricardo Colombi. Como el senador decidió mantener su postulación, el gobernador duda de que termine apoyando a su primo.
La elección se produjo normalmente a pesar de los duros enfrentamientos que protagonizaron los candidatos durante la campaña. La capital, donde se concentra el 40 por ciento de la población, estaba tranquila, poca gente caminaba por las calles, los locales estaban cerrados y las personas se disponían a votar con el termo y el mate en la mano. Lejos habían quedado los barbijos y el alcohol en gel que distinguieron a la elección legislativa del 28 de junio. Nublado por la mañana y soleado a partir del mediodía, los primeros movimientos comenzaron a notarse recién después de las seis de la tarde, cuando los primos Colombi volvieron de votar en su Mercedes natal y empezaban a verse dirigentes locales en los distintos bunkers.
Aunque había cinco candidatos a gobernador y sólo tres con chances reales, desde temprano se sabía que el escrutinio iba a ser más que difícil. El complejo entramado de alianzas, listas y partidos puso en apuros a los fiscales más experimentados. De esa manera, pequeños partidos como el PRO del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, acompañaba la lista de Arturo, mientras que los hermanos Tato y Pocho Romero Feris respaldaban al gobernador y a su primo Ricardo, respectivamente. Unas 45 boletas tenían en promedio los cuartos oscuros de la capital y había todavía más en algunas ciudades del interior. En ese contexto, el alto porcentaje de corte boleta hizo que los números oficiales llegaran a cuentagotas.
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