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Un nuevo y curioso incidente se produjo ayer entre Irán y Argentina, cuando desde Teherán se conoció la noticia de que un diplomático argentino había sido supuestamente sorprendido cuando intentaba sacar a escondidas en un container cientos de antigüedades de manera ilegal. A través de la agencia local Mehr, la oficina de relaciones públicas del Ministerio de Inteligencia iraní reveló que “los soldados desconocidos de Imam Mahdi (nombre con el que se conoce a los espías iraníes) interceptaron, junto a sus colegas de la aduana, la salida de un gran volumen de objetos históricos”. En la Cancillería argentina la noticia los tomó desprevenidos y debido a la diferencia horaria no podían obtener mayores detalles sobre el incidente, aunque les parecía “muy sospechoso” que se produjera una semana después de que la presidenta Cristina Kirchner apuntara al régimen de Irán en su discurso en las Naciones Unidas.

Siempre según el relato realizado por una fuente iraní que levanta la agencia local de noticias, los agentes sospecharon del diplomático ante el gran volumen del contenedor que pretendía sacar del país, que pesaba 4318 kilogramos. “Las antigüedades habían sido escondidas por un diplomático argentino de forma muy hábil, en contra de las normas diplomáticas, entre sus objetos personales”, añadió el relato.

Entre los objetos confiscados aseguraron que se hallaron muchas monedas de oro y plata, libros con manuscritos, cuadros, objetos metálicos, cerámicas, azulejos, escudos y escopetas antiguas.

La agencia Efe consiguió hablar con la embajada argentina en Teherán, donde le confirmaron que existía un problema con el contenedor de un diplomático desde mayo pasado y que desde entonces vienen siguiendo el tema con atención. El diplomático en cuestión hace ocho años que está en Teherán y ahora debía volver a Argentina, de ahí que llevara tanto equipaje. De todo lo que traía, aseguraban anoche en Cancillería, sólo algunos bultos se encuentran demorados en la aduana desde hace algunos meses. Por eso les llamaba la atención que eso salga a la luz ahora.

El miércoles pasado, en su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas, Cristina Kirchner volvió a reclamarle al gobierno de Mahmud Ahmadinejad que entregue a los iraníes reclamados por la Justicia argentina por el atentado contra la AMIA. Este año, el reclamo fue más fuerte porque Irán designó recientemente a uno de estos sospechosos, Ahmad Vahidi, ministro de Defensa. La Presidenta también ordenó que cuando, unas horas después, le tocara hablar a Ahmadinejad ante la Asamblea, la representación argentina se retirara.

El presidente iraní no hizo ninguna referencia en su mensaje al reclamo argentino y prefirió atacar a sus enemigos clásicos: Estados Unidos e Israel. Sin embargo, en la Cancillería creían ver una reacción tardía de parte de Irán en la noticia del container. “Hace muchos meses que existe esta situación de los bultos retenidos en la aduana y nunca había trascendido nada. No decimos que no exista, pero vemos muy sospechoso que salga como salió recién ahora”, respondían en el Palacio San Martín.