Preocupada por el escrache que sufrió su principal socio político, el senador Gerardo Morales, en Jujuy, Elisa Carrió llamó al titular de la UCR por teléfono y acordaron juntarse hoy en el departamento de la chaqueña, en Barrio Norte. “Voy a desayunar con Gerardo para coordinar acciones conjuntas para poder resistir esta trampa del Poder Ejecutivo”, aseguró ayer Carrió durante una presentación de un informe sobre la problemática de los niños en situación de calle de la provincia de Buenos Aires. Lilita manifestó así su rechazo al proyecto de asignación por hijo de padres sin cobertura social o desocupados que impulsa el Gobierno y también a la reforma política, que consideró un tema que utiliza el oficialismo para “entretener” a la sociedad. Además, la líder de la Coalición Cívica adelantó que iniciará conversaciones con todos los sectores de la oposición con representación parlamentaria.

“O el ingreso es universal o es una trampa clientelar del ex presidente Néstor Kirchner. Si el proyecto es sólo para chicos pobres van a ser esclavos de Kirchner”, dijo ayer Carrió. Previo a la fundación del ARI, en 2001, la chaqueña ya venía insistiendo con la creación de un Ingreso Ciudadano Universal a la Niñez, que apunta a que todo niño y niña menor de 18 años de edad reciba mensualmente un determinado monto de dinero, al tiempo que la asignación por hijo sería abonada a la madre, padre, tutor o persona encargada del chico. En ese marco, Carrió se reunirá hoy con el titular de la Comisión de Pastoral Social del Episcopado argentino, monseñor Jorge Casaretto. Además, Lilita enviará una carta dirigida a “todos los obispos” del país “para aclarar cuál es la salida y la trampa y no sea manipulado nuestro proyecto”.

Más allá de esta iniciativa, lo que busca la líder de la CC es que la oposición le arrebate la iniciativa política al kirchnerismo y comience a imponer su agenda, algo que todavía no pudo lograr pese a la derrota oficialista en las legislativas del 28 de junio. Al encabezar una reunión de la Mesa Nacional de la CC-ARI junto a Unión por Todos, Carrió planteó la necesidad de instalar “desde ahora” la nueva agenda parlamentaria apoyada por el radicalismo, el socialismo, el centroizquierda, Unión-PRO y PJ disidente para evitar un avance del Frente para la Victoria en el Congreso. Los temas que la CC tratará de consensuar son el “saqueo” de los recursos naturales, las obras públicas y el transporte, los fondos de la Anses, el Indec, la reforma del Consejo de la Magistratura, la actividad agro-industrial, la lucha contra el narcotráfico y la radarización del espacio aéreo, entre otros.

Además, la fuerza de Carrió pretende que el oficialismo mantenga la presidencia de la Cámara baja a cambio de que la oposición tenga mayoría de miembros en “todas” las comisiones. Por su parte, el kirchnerismo ya anticipó que a pesar de que perdió el quórum propio, quiere mantener su posición en el Congreso con el eventual apoyo de aliados como Martín Sabbatella (Nuevo Encuentro) y Fernando “Pino” Solanas (Proyecto Sur).