El vicepresidente Julio Cobos sabe que el envío al Congreso de la reforma política le servirá para asegurarse uno de los primeros lugares de largada en la carrera presidencial de 2011. Después del anuncio de la Presidenta, el último obstáculo en sus aspiraciones, Elisa Carrió aseguró que el proyecto oficial no la perjudica, lo que implica que la chaqueña ya contemplaba presentarse como candidata de la Coalición Cívica y no enfrentar al vice en una elección previa. En ese contexto, Cobos todavía no es oficialmente el candidato de la UCR, pero sus hombres ya están armando un centro de operaciones. Cansados de pagar reuniones en bares y cafés y con las limitaciones propias del despacho en la presidencia del Senado, los cobistas bonaerenses alquilaron un semipiso de 300 metros cuadrados en Piedras y Avenida de Mayo, en pleno centro porteño.

“La idea es que cuando se largue la candidatura, que sería el año que viene, esto ya esté funcionando a pleno”, resume un dirigente bonaerense. A diferencia de la fundación CODA, que el vice había abierto a fines de 2008 de cara a las elecciones legislativas, esta oficina será un polo de trabajo netamente político. De todas maneras, Cobos no dio por muerta su fundación, en cuya presidencia reemplazaría a la diputada Laura Montero, cuestionada por darle poca actividad y visibilidad a un emprendimiento donde el vice depositó muchas expectativas. Su idea era mostrar un perfil técnico en el que se elaboraran políticas públicas de largo plazo.

A cargo de CODA quedaría su segundo, el intendente de Junín, Mario Meoni. Sin embargo, en la práctica, quien tendrá la responsabilidad de apuntalar su movimiento es uno de los dueños de la compañía de transporte Andesmar, Mario Badaloni, un empresario joven muy cercano al titular del Senado.

Además, en las últimas semanas Cobos hizo un cambio importante en su equipo de asesores. Mandó de vuelta a Mendoza a su secretario de Relaciones Institucionales, Néstor Majul, uno de sus principales operadores políticos, y lo reemplazó por el secretario de Gobierno de Godoy Cruz, Tadeo García Salazar. El joven funcionario es un hombre de extrema confianza del intendente Alfredo Cornejo, uno de los estrategas más agudos del cobismo. Una de sus primeras tareas es la de analizar el proyecto de reforma política del kirchnerismo para introducirle los cambios necesarios. “Lo beneficia a Julio y al radicalismo como partido nacional”, advierte un mendocino. En el homenaje a Raúl Alfonsín de la semana pasada, Cobos le dio un gesto al partido, que venía reclamando más compromiso con la estructura orgánica. Desde el Cementerio de la Recoleta, el vice mandó un contundente mensaje de unidad, aunque en su fuero íntimo cree que quedó atrapado en medio de enfrentamientos anteriores.

El último viernes se definió que el 4 de diciembre se hará el plenario de delegados que elegirá al nuevo presidente de la UCR, y aunque todos consideran que el hombre ideal es el senador Ernesto Sanz, en el cobismo empiezan a hacerse a la idea de que el chaqueño Angel Rozas podría ser el sucesor del jujeño Gerardo Morales. De todas maneras, en los últimos días se inició una movida en el Senado para posicionar al pampeano Rubén Marino como eventual titular del bloque. Se trata en realidad de un mensaje para Sanz: si finalmente no cambia de idea y acepta conducir el Comité Nacional podrían dejarlo afuera de la jefatura de la Cámara alta.

La pelea más dura es por la presidencia del bloque de diputados, donde Oscar Aguad se resiste a negociar una salida decorosa con Ricardo Alfonsín, que parece tener los votos necesarios para quedarse al frente. Los alfonsinistas enviaron una comitiva a conversar con Aguad, pero el cordobés los habría corrido a los gritos. Mañana se reunirán todos los diputados que votarían por Alfonsín y convocarán a un hombre de Aguad para que testifique que tienen los 19 votos y volver a negociar.

Mientras, el cobismo bonaerense tomó posesión de su bunker hace unas dos semanas y todavía ultima detalles. Prevén que la actividad más fuerte comenzará en marzo. Ambientes amplísimos con piso de parket, decorados con muebles de estilo, arañas con caireles, un baño blanco con detalles de madera y una bañera antigua con patas, todo restaurado cuidadosamente. Mesas grandes, sillas y sillones estilo inglés completan la decoración del luminoso inmueble, con vista al frente, y un salón para reuniones más numerosas.