A raíz del escándalo por las escuchas ilegales que pesa sobre la Policía Metropolitana, la Justicia inspeccionó ayer el edificio de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), ante la sospecha de que el espía Ciro James –hombre del ex jefe de la fuerza, Jorge “Fino” Palacios, hoy preso– había intervenido algunas líneas de teléfonos de la entidad. El operativo no arrojó mayores elementos, pero hoy se realizarán dos inspecciones más en las centrales telefónicas de las dos sedes de la AMIA y en cajas y postes telefónicos de los alrededores. La dirigencia de la mutual se declaró en “sesión permanente”.

“No se entiende por qué se intervino el teléfono interno del Departamento de Cultura, porque con la pinchadura del conmutador tenían acceso a todas las líneas y podían escuchar todas las comunicaciones”, dijo ayer el secretario general de la AMIA, Julio Schlosser, quien recibió a los empleados del juzgado y los seis policías que realizaron el rastreo de evidencias. El dirigente hacía alusión a los llamados que se habían detectado desde el teléfono celular del espía Ciro James a la central telefónica de la entidad judía y al interno que corresponde al área de Cultura, según determinó el operativo ordenado por el juez de la causa, Norberto Oyarbide. Moshé Korin, a cargo del área cultural de la AMIA, se mostró “sorprendido y perplejo” por la situación.

El fiscal Alberto Nisman le había solicitado a Oyarbide la verificación de las líneas telefónicas ante la sospecha de que los llamados fueran preparatorios de una escucha ilegal, una situación similar al caso de Sergio Burstein, integrante de Familiares y Amigos de Víctimas de la AMIA, que denunció tener su teléfono pinchado y, luego, la investigación mostró que había recibido llamadas del celular del espía. Por las escuchas sobre Burstein se encuentra detenido el fugaz jefe de la Policía Metropolitana, Jorge “Fino” Palacios, designado por el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, quien lo defendió y lo mantuvo en el cargo a pesar del inminente procesamiento que pesaba sobre el policía por encubrimiento durante la investigación del atentado terrorista. Recién en las últimas horas, Macri se desdijo y reconoció que fue un error designar a Palacios.

“Estuvieron trabajando y revisando todos los equipos. No se descubrió nada en este momento que esté intervenido y que haya sido parte de las escuchas. Pero hay una serie importante de comunicaciones de Ciro James a uno de los internos de la AMIA”, precisó Schlosser. En ese sentido, el presidente de la mutual, Guillermo Borger, expresó “su enorme preocupación y sorpresa por los últimos acontecimientos”, y confirmó que quedaba a “la espera de una notificación formal por parte del juez para seguir de cerca el desarrollo judicial de las escuchas a la AMIA”.

El operativo sobre las líneas de teléfonos de la AMIA no terminó con la inspección que se realizó ayer. Según pudo saber Página/12, el juez Oyarbide le solicitó a la empresa Telecom un informe de todos los teléfonos de la entidad judía. Además, hoy se realizarán más inspecciones en las dos centrales telefónicas de la AMIA –la del edificio de Pasteur al 600 y en la de Perón al 3800– y se supervisarán las cajas y los postes de los alrededores, aunque los investigadores creían poco probable el hallazgo de las líneas pinchadas en la actualidad. Hasta el momento, los teléfonos investigados por las pinchaduras eran celulares a los que se intervenía a través de la Justicia misionera y la SIDE. En el caso de líneas fijas, según los expertos, el trabajo de infiltración resultaría más sencillo y menos costoso, aunque la dirigencia de la AMIA cree poco probable que se haya producido, dadas las medidas de seguridad que se implementan en la institución después del atentado de 1994.