El gobernador Daniel Scioli confirmó ayer los alejamientos del secretario general de la gobernación, su hermano José, y del ministro de Salud, el mediático Claudio Zin. “Los cambios van a ser los del secretario general y del ministro de Salud”, informó Scioli al inaugurar un registro civil en Mar del Plata. Los alejamientos se concretaron apenas 24 horas después de que el titular de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, propusiera “descabezar a la gobernación” que encabeza, justamente, Scioli. Tras confirmar las renuncias de Zin y su hermano, el gobernador negó que fuera a renunciar el ministro de Seguridad, Carlos Stornelli, una versión que venía circulando desde que se encontró a la familia Pomar muerta al costado de la ruta. En ese contacto con la prensa, Scioli también anticipó novedades en la cartera que comanda Stornelli. “Va a haber más cambios en el Ministerio de Seguridad”, prometió. Los cargos vacantes serán ocupados por el actual subsecretario de Legal y Técnica y Asuntos Legislativos, Mariano Cervellini, que ocupará en forma interina la Secretaría General de la gobernación, y por Alejandro Collia, actual viceministro de Salud, un médico muy cercano al intendente de Tres de Febrero, Hugo Curto.

Los alejamientos de Zin y del hermano del gobernador no sorprendieron mucho al resto del gabinete bonaerense. Por distintas razones, los dos (ahora ex) funcionarios venían preparando el clima para despedirse de la administración provincial. Ayer, aunque se anunció la asunción interina del desconocido Cervellini en la Secretaría General, no se descartaba que más tarde termine asumiendo el cargo Javier Mouriño, allegado de estrecha confianza de Scioli desde hace años.

Médico con pasado de columnista televisivo y radial, Zin venía comentando desde hace dos semanas que estaba cansado y evaluaba dejar la gestión. Su designación al frente de la cartera de Salud bonaerense había comenzado con ciertas resistencias. Su perfil más bien técnico, y sobre todo su presencia en los medios, habían despertado algunas dudas entre algunos intendentes peronistas del conurbano. Sin embargo, eso no le impidió contar con el firme respaldo del gobernador.

El momento más complicado de la gestión de Zin se produjo cuando el juez federal Norberto Oyarbide hizo público que el entonces subsecretario de Salud bonaerense Alberto Costa había sido registrado en varias escuchas telefónicas conversando con el empresario farmacéutico Néstor Lorenzo. Oyarbide estaba investigando la comercialización de medicamentos adulterados. “Hay diálogos muy complicados entre un subsecretario de Salud Costa, de la provincia de Buenos Aires, con Lorenzo”, dijo en aquel momento el propio Oyarbide. Cuando el caso comenzó a trascender en los medios, Zin no tardó en pedirle la renuncia a Costa, un sobreviviente de las gestiones de Duhalde, Ruckauf y Solá.

Según las hipótesis que circulaban en La Plata, la cartera de Salud será ocupada por Collia, actual viceministro. “Es un tipo muy activo entre los profesionales peronistas. Es cercano a Curto”, lo definió ante Página/12 un miembro del Gabinete bonaerense. Anoche, Zin comentó su salida ante los periodistas. “Cumplí un ciclo y me merezco un par de semanas de descanso”, sostuvo.

El caso de Pepe Scioli tiene sus particularidades. Desde un primer momento, el hermano del gobernador se había asumido como uno de los funcionarios bonaerenses de mayor protagonismo político y mediático. Compartía ese rol con el jefe de Gabinete, Alberto Pérez. En los primeros tiempos de la gestión de Scioli, Pepe defendía la pertenencia y el alineamiento del gobernador con respecto al espacio político de Néstor Kirchner. Sin embargo, esa convicción empezó a resquebrajarse cuando estalló el conflicto por la resolución 125. El hermano del gobernador comenzó a defender la idea de que “Daniel” debía empezar a mostrar autonomía y tratar de poner distancia con la Casa Rosada. Según algunas lecturas, el hecho que determinó la salida del secretario general de la gobernación fue el fallido intento de días atrás por habilitar el desdoblamiento de las primarias bonaerenses de las primarias nacionales.

En rigor, el proyecto original de reforma política que dejaba abierta la potestad del gobernador para fijar una fecha distinta para las internas provinciales surgió de un equipo integrado por muchos nombres. Entre los dirigentes que participaron de esa discusión se encontraban el diputado José María Díaz Bancalari, el apoderado del PJ bonaerense Ulises Giménez, los consejeros del PJ platense Isidoro Laso y Juan Amondarain y el vice del Senado provincial, Federico Scarabino, entre otros. Sin participar activamente, el hermano del gobernador se había mostrado de acuerdo con ese punto previsto en la primera versión de la reforma bonaerense.

El desenlace de este capítulo es conocido: el proyecto original fue modificado a instancias del ministro del Interior, Florencio Randazzo, y los cronogramas de internas terminaron unificándose.