Abel Parentini Posse empezó el día tratando de no levantar más polémica. Con un “No viene al caso”, intentó eludir las preguntas sobre su posición prodictadura. En segundos, sus convicciones vencieron la estrategia PRO: “En los últimos años se han publicado libros con otra visión, como el de Yofre”, se sinceró en diálogo con Continental. Un par de horas más tarde, entraba al subsuelo de los tribunales de Comodoro Py Alfredo Astiz con Volver a matar, de Juan Bautista “Tata” Yofre, el texto recomendado por el flamante ministro de Educación de Mauricio Macri. El “Angel Rubio” mantuvo el libro sobre su regazo y lo levantó como amenaza al final de la primera audiencia del juicio por los secuestros y desapariciones en la ESMA.

Posse tuvo un día pleno: juró en el gabinete macrista y dos de los más emblemáticos genocidas del país hicieron pública su coincidencia ideológica con él. En Córdoba, Luciano Benjamín Menéndez leyó en su defensa frases del artículo de Posse “Criminalidad y cobardía”, publicado anteayer en La Nación.

La amistad con Yofre, ex titular de la SIDE durante el menemismo, viene de lejos. Posse presentó, en junio pasado, Volver a matar, el texto que reivindica la actuación del “Camarón” durante la dictadura de Alejandro Agustín Lanusse.

“Ellos pretendieron hacer de nuestra tierra otra Cuba, y nosotros se lo impedimos con mucho sufrimiento”, dice el autor en el prefacio del libro que “narra el inicio de la ‘guerra popular prolongada’ que las organizaciones terroristas declararon a todos los estamentos del Estado Nacional, bajo la inspiración del castro-comunismo”. Yofre rescata la actuación de la Cámara Federal en lo Penal de la Nación, creada el 28 de mayo de 1971, para “combatir el terrorismo con la ley en la mano”. Por citar sólo un caso, el 22 de agosto de 1972, diecinueve militantes de distintas organizaciones armadas fueron fusilados a mansalva en Trelew luego del fallido intento de fuga de la prisión de Rawson. Los jueces de ese tribunal legitimaron la masacre.