Hugo Moyano volvió a elogiar a la embajadora estadounidense, Vilma Socorro Martínez, y a los legisladores de ese país que visitaron la Argentina, un día después de que compartieran un asado en el que dialogaron a lo largo de más de dos horas. “Me sorprendió: no les conocía ese discurso –confesó el titular de la CGT a Página/12–. Creo que ellos salieron satisfechos de esa reunión, se hablaron temas muy importantes.” Ayer, poco antes de abandonar el país, el jefe de la delegación de congresistas demócratas, Eliot Engel, también hizo un balance positivo de su visita y aseguró que “Estados Unidos y Argentina son amigos naturales y aliados” y llamó a construir una relación “aún más cercana”.

El secretario general de la CGT destacó los puntos en común que encontró con los legisladores demócratas: “Nos sorprendió mucho que ellos planteaban situaciones, cómo ellos están también disputando y discutiendo mucho los derechos de los trabajadores de Estados Unidos, el derecho de sindicalización, el derecho a la salud, a todo a lo que hace a preservar los derechos de los trabajadores”, apreció. Los congresistas “veían en la organización que tienen los trabajadores argentinos una fortaleza muy importante”, redondeó Moyano. “De alguna manera, la pelea que están dando ellos después de un gobierno como fue el de Bush, de la derecha más reaccionaria de los Estados Unidos, es muy importante y muy grande”, analizó el sindicalista, que le contó a este diario, con cierta satisfacción, que “ellos están convencidos de que la sindicalización de los trabajadores es la única forma de preservar sus derechos”. “Es muy simpática”, elogió en particular a la embajadora Martínez.

Durante el almuerzo se habló de las polémicas declaraciones que hizo el mes pasado el subsecretario para Asuntos Hemisféricos del Departamento de Estado, Arturo Valenzuela, sobre la “inseguridad jurídica” en el país. Ante la mirada del adjunto de Valenzuela, Chris McCullen, Moyano aseguró que “la seguridad jurídica de los noventa fue la inseguridad de los trabajadores”, y sentenció: “Esa seguridad nosotros no la aceptamos de ninguna manera y siempre la vamos a combatir”. En su conferencia de prensa, el jefe de la delegación estadounidense, Eliot Engel, también relativizó las palabras de Valenzuela al asegurar que “lo que define la relación entre dos países no es lo que dice una persona”. Según confiaron durante el almuerzo, “bajar el tono” de los dichos del funcionario fue uno de los motivos por los cuales Engel decidió agregar a la Argentina al itinerario de su gira, que inicialmente sólo incluía a Panamá y Colombia, dos países con su política exterior alineada a Washington.

“Siempre pensé que Estados Unidos y Argentina son amigos y aliados naturales, y quiero hacer todo lo que pueda para tener una relación entre los dos países aún más cercana”, aseguró Engel, presidente del Subcomité para el Hemisferio Occidental de la Cámara de Representantes e hijo de un obrero metalúrgico, algo que –según aseguró– lo ayudó a establecer vínculos con los sindicalistas argentinos más allá de la barrera del idioma. Según afirmó en su conferencia, coincidieron en destacar la importancia de “la justicia social, los derechos de los trabajadores y tratar de mejorar las economías en ambos países”.

El diputado nacional Omar Plaini, titular del sindicato de canillitas y miembro del secretariado nacional de la CGT, que estuvo presente en el almuerzo, destacó la importancia del encuentro y adelantó vínculos similares con otros países. “Es que nosotros no estamos solamente para discutir salario y condiciones laborales –le explicó a este diario–. Tenemos que discutir qué país queremos y cómo relacionarnos con el mundo.”

Informe: Nicolás Lantos.