Los jubilados percibirán el mes que viene un aumento del 8,21 por ciento en sus haberes. La cifra la dio a conocer ayer el director ejecutivo de la Anses, Diego Bossio, en un acto presidido por Cristina Fernández en Casa de Gobierno. Se trata del tercer ajuste de la aplicación de la ley de movilidad, mediante la cual el año pasado se incrementó de manera automática en 19,88 por ciento las jubilaciones y las pensiones de más de cinco millones y medio de pasivos que integran el sistema previsional estatal. De esta manera, en la próxima liquidación, la jubilación mínima pasará de los 827,23 pesos actuales a 895,15. A esto debe sumarse el subsidio social del PAMI, que percibe la mayoría de los beneficiarios, con el cual ese monto se eleva a 940,15 pesos. Con este último ajuste, el haber mínimo se recompondrá desde la implementación del sistema en un 29,73 por ciento. Por su parte, la recuperación de la actividad económica en el último semestre de 2009 permitirá que los próximos ajustes sean mayores, explicó Bossio a Página/12.

Los cálculos arrojaron finalmente un mejor resultado del que se estimaba en diciembre. Según relató Bossio a este diario, en aquel momento el aumento que arrojaba el cálculo de la movilidad de marzo se ubicaba en 6,95 por ciento. “Sin embargo, terminamos con una movilidad para marzo de 8,21 por ciento”, afirmó. La fuerte recuperación de la recaudación, por encima de lo que se preveía hace unos meses, jugó un rol importante al momento de explicar la diferencia. El número surge de la aplicación de un promedio entre dos variables: el índice de aumento general de salarios del último semestre y el aumento de la recaudación tributaria per cápita de la Anses. Los recursos por beneficiario mejoran en el segundo semestre del año pasado un 7 por ciento respecto del primero. El índice de salarios que mide el Indec, por su parte, arrojó una variación positiva del 9,41 por ciento. Este aumento fue incluido en el cálculo de movilidad, ya que resultó mayor al 8,47 por ciento de remuneración imponible promedio de los trabajadores estables (Ripte) que mide la Secretaría de Seguridad Social.

De esta manera, los beneficiarios percibirán a partir del mes próximo el aumento del 8,21 por ciento que arroja la movilidad. Para quienes cobran la mínima implicarán 67,92 pesos más que llevará ese haber a 895,15. En tanto, la jubilación promedio del Sistema Integrado Previsional Argentino pasará de 1063 a 1150 pesos, mientas que para ex combatientes de Malvinas (21.198 casos) irá de 2482 a 2686. El impacto del aumento equivale a 490,6 millones de pesos por mes que se adicionará a los 5947,2 millones que insume el sistema previsional. El titular de la Anses aseguró a Página/12 que “las cuentas están en equilibrio”. Según explicó, las jubilaciones se seguirán recuperando “a partir de los salarios de los trabajadores registrados y del aumento en los recursos tributarios”. En ese sentido, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, señaló a este diario que la clave será mantener la creación de puestos de trabajos y la registración de los mismos como “sustento previsional”.

Bossio anticipó que el próximo ajuste, que tendrá lugar en septiembre de acuerdo con la ley, “va a ser fuerte porque se compara con un período (enero-junio de 2010 contra julio-diciembre de 2009) todavía afectado por la crisis y la mejora económica será muy notoria”. Es por eso que, tomando como parámetro aun el peor de los escenarios previstos por las consultoras privadas para la evolución de los precios de estos meses, el incremento de los haberes jubilatorios representa una mejora de los ingresos reales. Los precios minoristas en diciembre último se elevaron –según las controvertidas mediciones oficiales– en un 7,7 por ciento con respecto a igual mes de 2008.

La ley de movilidad aprobada por el Congreso a finales de 2008 contempla dos ajustes en el año: uno en marzo y otro en septiembre. “Significa un gran avance en la calidad institucional, porque implica que todos los años hay, de manera clara y precisa, un aumento para los jubilados y pensionados”, manifestó Bossio durante la conferencia de prensa. El directivo afirmó que “el Gobierno puso a los jubilados dentro de su agenda, con un aumento de 496 por ciento en la jubilación mínima desde 2003 y un incremento notable del nivel de cobertura: en el 2003, había 3,4 millones de jubilados, mientras que actualmente hay más de 5,5 millones, poniéndonos como líderes en América latina a nivel cobertura de jubilaciones y pensiones”, precisó. En ese sentido, el funcionario resaltó que el 41 por ciento de los beneficiarios son producto del plan de inclusión previsional. A partir de esta moratoria se pudo subir la tasa de cobertura del sistema por encima del 80 por ciento.

No obstante, esta movilidad no resuelve el histórico atraso de ingresos ni brinda respuesta al achatamiento en la pirámide de haberes, que determina que en la actualidad el 65 por ciento de los jubilados cobre la mínima. En diciembre del año pasado, el Gobierno otorgó a los que ganan hasta 1500 pesos por mes (el 90 por ciento de los jubilados) una suma extra por única vez que fue de 200 a 350 pesos, con el objetivo de reforzar el perfil redistributivo. Pero Bossio manifestó a este diario que “no están previstos” aumentos para el transcurso del año fuera de lo que establece la movilidad.